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Una huelga en La Scala impide el estreno de una ópera de Berio

La Scala de Milán comienza el curso con mal pie y con el retorno de unos problemas laborales que se creían felizmente superados, tras haber mantenido en jaque la vida del primer teatro lírico italiano durante las dos últimas temporadas. Y el conflicto recrudecido tiene una primera victima ilustre, en el marco de una ocasión sonada: Luciano Berio, cuya ópera Outis no pudo ver ayer la luz. Su estreno mundial hubo de ser cancelado por una huelga del personal de La Scala.

No es ni siquiera seguro que Outis, obra al parecer importante por sus ambiciones musicales y escénicas, vaya a poder ser representada en ninguna de las cuatro funciones adicionales previstas. El comunicado sindical emitido la noche del pasado martes condena todas y cada una de estas funciones, si no surgen novedades en la negociación del problema, cosa poco probable debido a su naturaleza.

El conflicto no es fundamentalmente económico, sino más bien de competencias, y ello hace que la solución parezca remota. Todo el malestar acumulado en La Scala cesó el pasado mes de diciembre, cuando el ente autónomo y los sindicatos cerraron un nuevo convenio colectivo. Los aumentos salariales que incluye serán cubiertos fundamentalmente por el Ayuntamiento de Milán, y no implican dificultades para la Hacienda italiana. Pero el Gobierno, a través del subsecretario del Tesoro, Piero Garda, veta la aplicación del acuerdo porque entiende que el ente ha extralimitado las facultades de negociación que le confiere la ley, al negociar el convenio sin la venia de Roma. Tras un encuentro infructuoso con el subsecretario, los sindicatos declararon la huelga. El Teatro pretende situarse fuera del conflicto, y no opina sobre la protesta.

Berio, apesadumbrado

Evidentemente apesadumbrado está Berio, que recientemente declaraba al diario La Repubblica que "si el teatro musical está en crisis en Italia es porque no hay personas competentes ni responsables en los ministerios romanos". El estreno mundial de Outis, que significa Ninguno en griego y corresponde al nombre que Ulises declara a Polifemo cuando éste le pregunta cómo se llama, hubiera debido señalar ayer el comienzo de una semana milanesa dedicada al compositor nacido hace 71 años en Oneglia."En Outis, música, texto y realización escénica son como las tres voces de una polifonía", afirmaba el compositor en la entrevista citada. "Se encuentran en momentos precisos, pero la escena no explica siempre el texto ni la música lo subyara de manera explícita. Hay una relativa independencia entre los tres niveles. No hay una historia, sino sólo acciones evocadas".

Basada en textos de James Joyce y de la Eneida, la ópera de Berio será dirigida por David Robertson y por Graham Vick en la parte escénica, si se representa. Las localidades están agotadas.

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