Del Moral: "No existe acoso y derribo al periodista"

El catedrático de la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid, Javier Fernández del Moral, considera que el documento conocido ayer es un "preborrador", del que ha habido al menos dos versiones posteriores.Del Moral, que fue miembro fundador de la Asociación de Periodistas Independientes (AEPI), a la que ya no pertenece, explica. que fue llamado por Miguel Angel Rodríguez para que expusiera "algunas reflexiones sobre el tema audiovisual". El asunto, sin embargo, "se ha desefocado por algunos miembros de la AEPI, que han hecho una lectura poco afortunada" del texto, según Del Moral. "No existe ningún acoso y derribo al periodista. Da la impresión de que hay una cierta psicosis en ámbitos de la AEPI respecto a todo lo que suene a legislación", añadió.

"Mi postura fue la de reforzar la figura de los profesionales independientes y libres", agregó. Según Del Moral, las conversaciones iban encaminadas a dar una visión más profunda a la dispersa legislación en materia audiovisual. "Alguien tiene que poner orden en este maremágnun".

Para Del Moral, "lo que se ha discutido beneficia al ciudadano y al periodista, aunque algunas televisiones podrían sentirse heridas". En una de las reuniones con Rodríguez defendió la oportunidad de incentivar los contenidos de carácter cultural y científico en las televisiones. Se analizó también el incumplimiento del código de defensa del menor firmado por todas las cadenas de televisión y la posibilidad de crear una asignatura para educar a las audiencias en los colegios. "Miguel Ángel Rodríguez vió que se producía una falta de rigor en las televisiones", explicó Del Moral, quien propondrá la celebración en la Universidad de un amplio debate para abordar la regulación de los contenidos televisivos e impulsar la creación de un Consejo de lo Audiovisual.

Por su parte, Eduardo García Matilla se mostró "sorprendido" del contenido del documento filtrado. Las conversaciones mantenidas hasta ahora estaban destinadas a legislar "lo estrictamente necesario, y con el consenso de la sociedad, con el objetivo de actualizar y redifundir la gran cantidad de normas en función de las novedades tecnológicas que se puedan producir", explicó. Para él, lo publicado "es una refundición de las normativas de otros países sin ningún matiz, un texto en bruto".