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Entrevista:JAIME ORTEGA | ARZOBISPO DE LA HABANA

"Cada vez se dan más condiciones para que el Papa venga a Cuba"

Es criticado en Miami por no ser suficientemente agresivo con el Gobierno cubano. En La Habana, en cambio, sus homilías y pastorales sobre la situación del país son vistas con recelo. Consciente de su papel de equilibrista, monseñor Jaime Ortega, de 59 años, piensa que el mejor camino para resolver los problemas de su país es el diálogo. Es cardenal desde noviembre de 1994. En aquel entonces las relaciones Iglesia-Estado en Cuba pasaban por momentos de fuertes tensiones. Hoy la situación ha cambiado radicalmente, y el cardenal Ortega piensa que "cada vez está más cerca el día en que Juan Pablo II pueda visitar Cuba". De momento hay grandes probabilidades de que el Papa y Fidel Castro se encuentren en Roma el próximo noviembre.Pregunta. ¿Cómo son en estos momentos las relaciones entre la Iglesia católica y el Gobierno cubano?

Respuesta. Las relaciones entre la Iglesia y el Estado en Cuba son fluctuantes. Si los obispos adoptamos una actitud o hacemos una declaración que al Gobierno le parece crítica o desfavorable, entonces la situación se vuelve tensa. Si no hay grandes conflictos y hay posturas que son valoradas positivamente en las esferas oficiales, entonces se vive un periodo donde la relación Iglesia-Estado es más fluida y se pueden plantear diferencias de opiniones sin crispaciones. Parece que el momento presente es de este último talante.

P. ¿Se puede hablar de un acercamiento, de una normalización de las relaciones Iglesia-Estado?

R. La normalización plena de relaciones vendrá cuando sea posible mantener una posición respetuosa y estable, aunque los obispos expresen juicios críticos que comprendan la vida social y política de la nación. No se puede hablar todavía de una plena normalización, pero se han dado pasos positivos. Si se sigue en esta línea puede llegar a haber un verdadero diálogo Iglesia-Estado en Cuba, sin que eso signifique identidad de criterios ni acercamiento ideológico, lo cual es imposible. Pero sí puede haber una posibilidad de comunicación sostenida, constructiva y respetuosa desde posiciones diferentes.

P. ¿A qué atribuye la mayor tolerancia oficial con la religión?

R. Esto pudiera estar en relación con cierto aire de cambio que ha soplado en el Gobierno cubano en los últimos años. Quizá esto se ha extendido al ámbito de la fe religiosa de una forma particular debido a la eclosión de manifestaciones religiosas en los últimos tiempos, o por la vuelta a la práctica de la fe de muchos que se habían alejado de la Iglesia.

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P. ¿Cómo evalúa los cambios introducidos por el Gobierno de Fidel Castro en los últimos años?

R. Creo que los cambios han sido mucho más notables en lo económico y mucho menos en lo político. Se han producido en muchos casos coyunturalmente, siguiendo un proceso de pequeños pasos, conservando el Estado un papel muy amplio aún en la sociedad. Todo parece indicar que todos esos cambios, aunque lentamente, tienden a ampliarse.

P. ¿Cree que el Gobierno cubano y su presidente son capaces de conducir un proceso de transición hacia la democracia?

R. Todo está en que el Gobierno se lo proponga seriamente. Para mí, esa posibilidad es deseable y la más conveniente.

P. ¿Qué hay de cierto sobre un próximo viaje del Papa a Cuba?

R. El viaje del Papa a Cuba ha sido largamente deseado por los católicos cubanos. Yo creo que se acerca el día en que ese deseo de la Iglesia en Cuba, y sobre todo del mismo santo padre, pueda concretarse.

P. ¿Hay ya una fecha?

R. Hablar de fechas concretas sería entrar en conjeturas. Pero me parece que se ha creado un clima que favorece que pronto pueda venir a Cuba el santo padre.P. ¿Qué significación tiene la visita que realizará a Cuba en octubre el responsable de relaciones internacionales del Vaticano, monseñor Jean Luis Taurart?

R. La figura de monseñor Jean Louis Tauran es de alto nivel en la estructura de la Santa Sede. El hecho de que haya sido invitado por el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Roberto Robaina, hace que la visita adquiera un mayor relieve. Su visita a Cuba es significativa de una voluntad de distensión del Gobierno cubano en sus relaciones con la Iglesia católica, y de una correspondencia de la Santa Sede a esos esfuerzos.

P. ¿Monseñor Tauran viene a preparar un primer encuentro entre Fidel Castro y el Papa en Roma, donde el presidente cubano asistirá en noviembre a la cumbre de la FAO?

R. Él no trae una misión determinada, no viene a preparar un viaje del Papa a Cuba de forma inmediata ni a concertar una futura entrevista del presidente Fidel Castro con el santo padre en Roma. Sin embargo, estimo que esta visita, como el diálogo claro y respetuoso y la ampliación de las posibilidades para la misión de la Iglesia en Cuba, se inscriben en el camino de una próxima visita del Papa. Por otro lado, si el presidente cubano va a Roma en noviembre, pudiera darse normalmente una entrevista con el santo padre.

P. ¿Qué mensaje traerá el Papa a Cuba, de producirse el viaje?

R. Yo pienso que sería una visita pastoral, como todas las visitas del Papa, y que contribuiría a sembrar esperanzas en todos los cubanos. El Papa es un mensajero de la paz y la reconciliación, algo muy importante para nosotros, que necesitamos que haya un clima de verdadera reconciliación.

P. El nuevo Gobierno español ha elegido la vía de la presión para conseguir cambios en Cuba. ¿Cómo juzga usted este cambio de política?

R. Cuando pasé por Madrid en junio tuve la oportunidad de ser recibido por el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, y por el presidente Aznar. Ambos me dijeron que esencialmente no habría un cambio de política con Cuba, que lo que habría sería cambios de matices. No hubo espicificación de cuáles serían esos matices, pero la impresión que tengo es que no se trataba en aquel momento de un cambio radical de política.

P. Pero el Gobierno español luego decidió suspender toda cooperación, oficial con el Gobierno cubano, excepto la humanitaria.

R. Uno nunca sabe dónde comienza lo humanitario y dónde termina lo puramente comercial. A veces estas, fronteras se desdibujan, como cuando se realizan programas de salud o de saneamiento de aguas, como los que hacen algunas organizaciones religiosas en Cuba. Los obispos cubanos hemos dicho en numerosas ocasiones, sobre la cooperación, que no se deben romper los lazos económicos, que no se debe dejar a Cuba aislada.

P. Por último, ¿qué piensa sobre la política de bloqueo económico contra Cuba,ahora recrudecido por la Ley Helms-Burton?

R. Toda medida económica que tienda a cercar al país y a encerrarlo, quitándole posibilidades de desarrollo y aun amenazando la subsistencia del pueblo, es inaceptable. Cada vez hay más conciencia y rechazo en todo el mundo y en los foros internacionales sobre esto.

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