La historia oculta de la ciudad
Decía Borges que al destino y a la historia le gustan las simetrías y las paradojas. Y si juzgamos por lo que ocurre al tiempo en La Coruña y en las salas del Supremo concluiremos que tenía razón. Pues, ciertamente, la acumulación de basuras de todo tipo y su tratamiento adecuado parecen ser el principal problema nacional. Se diría que la historia está compuesta de una parte visible, que debe ser celebrada o execrada, pero en todo caso es comentada y analizada, y otra parte oscura, destinada al olvido y el abandono, pero que una y otra vez regresa y emerge, siempre de modo intempestivo, inesperado, molesto, preocupante. Es lo que un técnico municipal de La Coruña ha llamado, con expresión multívoca y acertada, "la historia oculta de la ciudad". En todo caso, basuras de todo tipo y condición que no sabemos bien cómo tratar.Durante las dos últimas décadas, la ciudad de La Coruña ha acumulado más de un millón de toneladas de basura que ahora amenazan con derrumbarse por no haberse "compactado" suficientemente. También en esta basura se abren grietas profundas, a una velocidad de medio centímetro por hora, y se lucha contrarreloj para evitar una avalancha. Los ecologistas denuncian que "se ha estado acumulando basura sin ningún control, como en el siglo XIX ... de modo que se veía venir". Y el delegado de Medio Ambiente asegura que "es un asunto que hemos dejado pudrir entre todos". No hay precedentes conocidos de un alud de tal magnitud, si bien alguien cree recordar que "en Chicago, hace años, pasó algo similar".
También en este caso se ignoran las consecuencias que tal acumulación puede tener sobre el medio ambiente. Al parecer, debería de haberse efectuado una "recogida selectiva"; al no hacerlo se han almacenado "sustancias altamente contaminantes". Existe el riesgo de que la basura caiga al mar, con lo que sería esparcida por mareas y corrientes contaminando otras ciudades. Por fortuna la delegación de Sanidad garantiza que "no hay riesgo para la salud", aunque el gas afecta ya a los ojos y al estómago y hace tiempo que los vecinos soportan con notable estoicismo el hedor.
El principal problema, sin embargo, es que -de nuevo según técnicos municipales- la basura es algo así "como un organismo vivo", con "movimientos propios" producidos por fermentaciones internas y otros fenómenos, por lo que resulta altamente difícil prever cuál puede ser su reacción, no sólo a corto plazo, sino incluso a largo plazo. Como un Frankenstein amorfo y magmático, los residuos mal compactados y acumulados devienen un ser vivo escapando del destino de ocultamiento que les habíamos reservado.Mientras tanto, responsables de Marina Mercante declaran que "sólo saben lo que han leído en la prensa". Por su parte, la Comisión Europea, tras reconocer que los Quince han fracasado también y que "las cantidades de residuos han continuado aumentando" en toda Europa produciendo un impacto "enorme", propone como alternativa la "reutilización y el reciclaje", pues la solución de los vertederos -que aquí se han utilizado sin ton ni son- "es la menos buena". Por ello la Comisión apela a todos los protagonistas en la producción de basuras, y "sin olvidar a los proveedores..., los distribuidores, los consumidores y los poderes públicos", subraya sobre todo "la responsabilidad del productor".
Menos mal que hay un plan financiado por la Unión Europea con varios miles de millones de pesetas para "transformar el vertedero de La Coruña en un parque natural y una urbanización que se llamaría La Ciudad de los Sentidos". Un proyecto digno del mismísimo Roldán.
Y mientras, el Gobierno aprueba presupuestos y pacta con comunidades autónomas y sindicatos, todo para llamar la atención.
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