El Ejército ha tendido ya tres kilómetros de alambrada en la frontera de Melilla
Zapadores del Regimiento de Ingenieros número 8 de Melilla han alambrado ya unos tres kilómetros de la frontera hispano-marroquí, la distancia que separa la aduana de Beni-Enzar del barrio chino. Las autoridades pretenden tender a lo largo del perímetro fronterizo de 10 kilómetros una línea de alambre espinoso y reparar así la casi inexistente alambrada levantada a principios de los años 70 para controlar una epidemia de cólera desatada en territorio marroquí. Aunque la medida estaba prevista, la avalancha de centroafricanos ilegales durante la última semana, podría haber acelerado estos trabajos de impermeabilización.
Enrique Beamud, delegado del Gobierno en Melilla, ha evitado las obras que se realizan en el perímetro fronterizo con el control de la inmigración. Afirma que sólo se persigue salvaguardar la seguridad interna en Melilla e impedir el paso de personas por los puntos que no estén habilitados oficialmente.En tan sólo cinco días han logrado entrar en Melilla hasta 40 inmigrantes ilegales, con lo que su número se eleva ya a 196.
Los trabajos de impermeabilización empezaron con incidentes, debido a que un grupo de centroafricanos intentó cruzar apresuradamente la frontera hacia Melilla al comprobar cómo comenzaban a cerrarse las habituales vías de entrada: un número interminable de troneras a lo largo de todo el perímetro. Los inmigrantes ilegales fueron repelidos por la Guardia Civil.
Para Enrique Beamud, la reconstrucción de la alambrada debe complacer a todos los ciudadanos porque reperccutirá en una mayor seguridad de Melilla. Esta medida se complementará con la llegada de más guardias civiles. Según Beamud, "se intenta mejorar, perfeccionar y repasar todo aquel tramo de perímetro fronterizo que estaba hecho un absoluto desastre desde hace de 20 años".
Beamud ve lógico que sean soldados quienes se ocupen de la reparación del perímetro fronterizo y de custodiar día y noche el material que se va a utilizar en esta tarea.
