Narcotráfico, competitividad y alcohol son grandes inductores a la violencia
Los genetistas confían en llegar a entender la agresividad humana
El narcotráfico, la venta ilícita de armas y las grandes estafas financieras fueron citadas ayer en el congreso sobre Biología y Sociología de la Violencia como grandes inductores de agresividad. La economía de mercado y el exceso de competitividad fue igualmente aludida como generadora de odio. Los científicos reiteraron que los experimentos con ratones permitirán en el futuro entender los mecanismos cerebrales que conducen a la violencia.
"El narcotráfico es el sexto poder. Es un inmenso generador de dinero que produce una reacción en cadena, con resultado de violencia". Para Pedro Casals, investigador del Instituto de Drogodependencias de Madrid, existe una violencia de guante blanco caracterizada por la distancia entre la víctima y el agresor, que incluiría la venta ilícita de armas y las grandes estafas financieras. "Desde un elegante despacho se puede inducir a la quiebra de una institución, provocando violencia psíquica con total impunidad". Casals sugirió que habría que desarrollar políticas para frenarlos, pues las unidades de inteligencia de que disponen son tan fuertes que se están poniendo en peligro algunas democracias iberoamericanas.
"Cuando a una persona con un contrato temporal le quedan varios días para que expire, sufre un alto grado de irritabilidad", añadió Antonio Garrigues Walker, miembro del grupo español de la Comisión Trilateral, para demostrar las situaciones de estres y presión que provocan la economía de mercado y su exceso de competitividad. Garrigues parafraseó a Ortega y Gasset: Si la élite financiera es corrupta, si los países ricos incumplen las normas, %qué reacción noble cabe esperar del ciudadano o de los países en vías de desarrollo?", se preguntó.
Alcohol y marihuana
Ambos ponentes coincidieron en la necesidad de mejorar las condiciones éticas para poder imaginar un futuro sin violencia. En este sentido, John Fletcher, director del centro de Ética Biomédica en la Universidad de Virginia, señaló que la intolerancia y la desigualdad han disparado la violencia en EE UU.
Tanto Randy Nelson, psicólogo estadounidense, como Edward de Maeyer, director de investigaciones del Instituto Curie de Francia, citaron los resultados de sus experimentos con ratones para dejar en el aire la posibilidad. de que en el futuro sirvan para entender los mecanismos cerebrales que conducen a la violencia en el hombre. En concreto, se refirieron al comportamiento agresivo de ratones a los que se redujo el nivel de óxido nítrico o monoamina oxidasa A en, las células del cerebro.
La relación entre consumo de alcohol y drogas y los comportamientos agresivos fue analizada por Stuart Taylor, del centro de Psicología Aplicada de la Kent State University (EE UU), quien dijo que los cambios sociales y educativos pueden reducir la violencia causada por este tipo de sustancias. Taylor llamó la atención sobre el hecho de que la marihuana sea ilegal, cuando está comprobado que su consumo en altas dosis reduce los efectos agresivos, al contrario de lo que ocurre con el alcohol, que genera actitudes violentas.
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