Sanidad y rentabilidad
El pasado 30 de agosto sufrí un accidente doméstico al caer desde lo alto de una escalera, a consecuencia del cual tuve varias pequeñas lesiones, afortunadamente sin importancia. Sin embargo, eso no lo sabía en el momento en que recuperé el conocimiento y me vi sangrando por la cabeza. Aturdida y asustada me trasladé al Servicio de Urgencias General del hospital Gregorio Marañón, de Madrid, donde fui magníficamente atendida, tanto médica como personalmente. En las aproximadamente tres horas que permanecí allí, se me efectuaron radiografías de cráneo y codo, escáner, sutura del cuero cabelludo, tratamiento antitetánico y visita a traumatólogo, todo ello con un trato amable y una sonrisa por parte de la totalidad del personal que me atendió. Quisiera agradecer ese trato.Y pasado el susto, ya más serena, y ante la ola de privatizaciones que nos invade, profundizo en este planteamiento: hay actuaciones en las que no puede primar la rentabilidad.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.