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Sadam Husein rechaza la petición turca de crear una a zona de seguridad temporal en el norte de Irak

Las relaciones entre Turquía e Irak, unidos el problema kurdo y los intereses petroleros (por su frontera discurre un estratégico oleoducto iraquí), corren peligro. El Gobierno de Sadam Husein ha elevado su protesta oficial ante Ankara por la, al parecer, inmiente ofensiva turca en el Kurdistán iraquí con el fin de establecer una zona de seguridad, similar a la de Israel en el sur del Líbano. Turquía, que busca protegerse de los ataques del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de Abdula Ocalan, al que combate desde hace 15 años, ha asegurado que la medida sería, en todo caso, temporal.

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En anteriores incursiones. turcas en el norte de Irak -marzo de 1995-, Bagdad guardó un complaciente silencio, pues se hallaba enfrentado a los dos grupos kurdos de Irak: el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) -hoy estrecho aliado- y la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK). Esta vez no hay silencio ni complacencia. Esta vez los apoyos turcos son Estados Unidos y el Reino Unido, sobre todo. Ambos países han mostrado su comprensión pública a los argumentos de seguridad interna esgrimidos por Turquía, miembro de la OTAN y aliado fiel durante los bombardeos previos a a guerra del golfo Pérsico.Bagdad denunció ayer tarde lo que denomina "compló norteamericano" contra su soberanía nacional. El territorio que pretende ocupar Turquía es iraquí, reconocido como tal por la comunidad internacional. "Esto constituye una violación de nuestro territorio", dijo el ministro de Exteriores de Irak, Mohamed Saíd al Sahaf en Bagdad. "Si Turquía está inquieta por su seguridad nacional, ¿por qué no establece la zona de seguridad dentro de su territorio?", se preguntó Al Saliaf.Problemas para Bagdad

"No se sabe si los iraquíes van a intervenir de nuevo en favor de sus aliados del PDK de Masud Barzai [que prosigue su ofensiva en Degala, al sur de Arbil, dentro del [Kurdistán iraquí], pero no se pueden quedar de brazos cruzados por demasiado tiempo", dijo un diplomático occidental en la capital iraquí contactado por teléfono desde Jordania. "Las prioridades de Sadam están ahora fijadas en las intenciones turcas", añadió refiriéndose a los inquietantes movimientos de las tropas turcas cerca de la frontera con Irak.

El jefe de la misión diplomática turca en Bagdad fue convocado urgentemente en la madrugada de ayer al Ministerio de Exteriores, donde recibió una protesta formal de su titular Al Sahaf. En 1984, Bagdad y Ankara firmaron un acuerdo que permite a Turquía realizar incursiones en el norte de Irak para combatir al PKK de Ocalan, que pretende lograr la independencia de los kurdos de Turquía. Fuentes diplomáticas en la zona afirman que el plan turco de establecer una zona de seguridad temporal al sur de la frontera internacional de 360 kilómetros de extensión (un cordón similar al que Israel ocupa en el sur del Líbano desde 1978) promete exasperar a Bagdad en momentos en que Sadam Husein pretende restablecer su autoridad en el norte invocando su soberanía territorial.En este ambiente de confusión a ambos lados de la frontera, una de las pocas cosas que emergen con claridad es la determinación turca a avanzar sobre territorio iraquí. Tansu Ciller, la ministra de Exteriores turca, declaró ayer en Ankara que el vacío de poder que existe en el norte de Irak justifica de por sí la implantación de una zona de seguridad. "Es una necesidad", declaró en una entrevista con la BBC. Çiller, quien destacó la temporalidad de la medida, fue ayer más lejos de sus tímidos desmentidos del jueves. Ya no oculta cuál es el verdadero objetivo de sus Fuerzas Armadas.El Ejército turco intensificó ayer el desplazamiento y despligue de tropas a lo largo de la frontera con Irak, mientras su aviación redoblaba misiones de reconocimiento en lo que un residente de la ciudad de Dyarbakir ' describió como "el más imponente movímiento militar desde la intervención de [marzo del] l995", cuando Turquía despachó durante seis semanas 35.000 soldados a la caza de guerrilleros del PKK en las montañas del Kurdistán iraquí.Diplomáticos occidentales en Ankara dijeron ayer que los turcos podrían comenzar a avanzar libremente en las próximas horas, ya que el plan de Ankara cuenta con la bendición de Washington, que la ha condicionado a que sea temporal, y del Reino Unido. Los dos países más belicosos contra la intervención de Sadam Husein contra una de sus facciones kurdas, la UPK de Jalal Talabani. Ni Washington ni Londres lograron anoche sacar adelante ayer una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, condenando la incursión iraquí. El Reino Unido ha renunciado a lograr un texto consesuado ante la oposición de Francia, China y Rusia.Silencio de Irán Irán, otro actor esencial en el problema kurdo, pues parte de la región del Kurdistán se exitiende al norte del país, no se ha pronunciado aún sobre los preparativos turcos, pero se supone que no emitirá declaraciones que puedan poner en riesgo su cada vez más lucrativa relación comercial con Turquía. El mes pasado alcanzó un histórico acuerdo con Ankara por el que Teherán venderá gas a Turquía por un valor de 23.000 millones de dólares (unos 2,8 billones de pesetas) durante los próximos 20 años.En el Kurdistán iraquí, mientras, prosigue la lucha. Shorsh Jalalal, portavoz de la UPK, dijo .que los avances del PDK habían sido frenados "gracias a la oportuna llegada de refuerzos", pero no especificó si éstos incluyen kurdos del Irán o contingentes militares de la República islámica, que en agosto se sumaron a la lucha entre los kurdos de Irak con una expedición punitiva contra el PDK en las inmediaciones de Suleimaniya, la segunda ciudad kurda en importancia en el norte de Irak, situada al sur del Paralelo 36, es decir, fuera de la zona prohibida por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.

En medio de una creciente especulación de que la UPK haya solicitado el apoyo militar oficial de Irán, el PDK, que cuenta con el apoyo de Bagdad, concentra sus esfuerzos militares en la conquista de Degala, a 20 kilómetros al sur de Arbil, un área clave para garantizar el suministro de agua potable a Arbil. Ni la infantería ni la artillería iraquí participan en los combates. Se mantienen a la espera de órdenes de Bagdad.

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