De Niro, espía de la CIA

Hollywood se ha apresurado a manifestar su interés por el potencialmente taquillero tema que ofrece el enredo kurdo-iraquí con sus amplias e intrigantes ramificaciones en Oriente Próximo, con particular énfasis, por supuesto, en Israel. La avanzadilla estuvo capitaneada por Robert de Niro, el polifacético actor de origen italiano, que se las arregló para pasar inadvertido en la capital jordana durante una fugaz "misión de reconocimiento" que concluyó ayer, dijo uno de sus asistentes en Aminán.Lo único que se sabe es que De Niro estudia la posibilidad de realizar una película en la que interpreta el papel de un agente de la CIA con amplia experiencia en la zona. En el ambiente de secreto en el que se desarrolla su misión exploratoria, ayer era imposible determinar con exactitud si la obra en ciernes está basada en uno de los tantos libros de espionaje inspirados en el -laberinto árabe- israelí-kurdo o si se trata de un enfoque novedoso, surgido de la imaginación de un guionista de la costa californiana o Nueva York.Lo que sí trasciende con claridad de los archivos de clientes del hotel Jordan, donde se hospedó durante su visita relámpago, es que cuenta con el asesoramiento de una periodista israelí. La Misión secreta de De Niro permaneció como tal gracias en parte a que las decenas de periodistas extranjeros actualmente en la capital jordana están, desde hace una semana, tenaz pero infructuosamente empeñados en la tarea de obtener visados de entrada para Irak. "No tengo el visado y no tengo la foto de De Niro", se lamentaba ayer un reportero gráfico alemán que, como muchos, acampa a las puertas de la Embajada de Irak a la espera de un permiso de entrada.