El canciller Kohl recibe el Principe de Asturias de cooperación Internacional

Helmut Kohl, canciller de Alemania, obtuvo ayer el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional como reconocimiento a su contribución a la unión política de Europa, a la unificación de Alemania y al acercamiento entre los países del Este y del Oeste europeos. Tres hechos que a juicio unánime del jurado constituyen una "eminente participación en la construcción europea" acreedora de la distinción que ahora se le concede y que hace seis años, en 1990, ya obtuviera, y por igual motivo, su compatriota Hans Dietrich Genscher en atención a su ejecutoria como ministro de Asuntos Exteriores de su país.

El galardón, dotado con cinco millones de pesetas y la reproducción de una escultura de Joan Miró, le será entregado en Oviedo por el príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón, el próximo mes de noviembre. El presidente egipcio, Hosni Mubarak; el presidente checo, Václav Havel, y el líder del Frente de Liberación de Timor oriental, Xanana Gusmao, detenido desde 1992 por las autoridades de Indonesia, fueron los finalistas.La propuesta de su candidatura partió de Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Cataluña, quien en una misiva dirigida a la Fundación Príncipe de Asturias el pasado 21 de agosto, solicitaba el galardón para el canciller alemán en virtud de tales méritos, pero también como expreso reconocimiento a su condición de "figura política de más talla de nuestro continente" y a su compromiso con la "dimensión ética de la política", no sólo entendida como "ocasional componente de su imagen pública", sino con la "valentía" de quien le "dice a su pueblo que la política y la economía no serán suficientes para avanzar si además no existen valores morales".

Pero el principal valedor del ahora galardonado en el seno del jurado fue el ex primer ministro portugués Francisco Pinto Balsemao, a quien por tal motivo el ex presidente del Gobiemo español Leopoldo Calvo Sotelo, que presidió las deliberaciones, no pudo por menos que felicitar expresamente apenas se hizo público el fallo. Pinto Balsemao no ocultó su satisfacción por la unanimidad con que el jurado decidió conceder el galardón a Kohl y expresó su deseo de que este premio sirva al canciller alemán no sólo como una "merecida consagración", sino como "estímulo e incentivo para que continúe la obra que está haciendo, la unión monetaria, y esperemos que también política de Europa".

Cuando se le preguntó a Balsemao por las suspicacias que este premio podría suscitar entre quienes observan con recelo la posición hegemónica de Alemania en el proceso de construcción europea, el ex primer ministro portugués replicó: "Alemania tiene una hegemonía económica que todos conocemos. Pero dirigentes como el señor Kolh en Alemania son bastante más deseables y menos peligrosos que otros".

A juicio de Leopoldo Calvo Sotelo, en la decisión del jurado influyó la talla política y de estadista del galardonado, su ejecutoria pública y su decidida apuesta por la construcción europea, pero también el apoyó que el dirigente alemán ha venido prestando a España, especialmente por su amistad con el ex presidente del Gobierno español Felipe González: "Ha sido siempre un hombre atento a España, que ha ayudado a nuestro país en la integración de la UE y que ha tenido una estrecha relación con el anterior presidente del Gobierno español, lo que sin duda ha sido bueno para España, y estos elementos creo que han podido pesar en el ánimo de algunos miembros del jurado".