Los jefes de Estado y de, Gobierno de América Latina, su endurecen su rechazo inicial a la ley Helms- Burton
J. J. AZNÁREZ ENVIADO ESPECIAL El texto final de la cumbre que un año más reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe, ha endurecido, respecto al borrador inicial, su posición sobre la ley Helms-Burton, con la que Estados Unidos pretende castigar las inversiones extranjeras en Cuba. Reunidos esta vez en Cochambamba (Bolivia), los. líderes latinoamericanos se impusieron como meta prioritaria la lucha contra la pobreza, pero emplearon la mayor parte de su tiempo en debatir el párrafo que, en su redacción definitiva, condena "enérgicamente" la ley Helms-Burton.
Poco antes de publicarse la declaración final. de la X Cumbre del Grupo de Río, el nuevo presidente ecuatoriano, Abdalá Bucaram, pidió endurecer el documento preparado previamente, que condenaba la ley sin mencionar tan siquiera su nombre. El jefe del Gobierno argentino, Carlos Menem, en sintonía con Washington, pidió que se introdujera un párrafo en el que se exigiera sin rodeos. la democratización del régimen cubano. No obtuvo éxito alguno.
La embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Madeleine Albright, siguió con gran atención los debates y tuvo que soportar las denuncias de los 12 presidentes o jefes de Gobierno, un vicepresidente, y un primer ministro a la Hems-Burton, elaborada por el Congreso de Estados Unidos y firmada posteriormente por Bill Clinton.
Rechazamos todo intento por imponer sanciones unilaterales con carácter extraterritorial en la aplicación del derecho interno de un país por contravenir las normas que rigen la convivencia entre los Estados e ignorar el principio fundamental del respeto a la soberanía, además de constituir una violación del derecho internacional".
Apoyo al dictamen de la OEA
"Reafirmamos por tanto", agrega la declaración final, "nuestro enérgico rechazo a la llamada ley Helms-Burton y, al efecto, desta camos la importancia de la opinión unánime, emitida por el Comité Jurídico Interamericano de la Organización de Estados Americanos (OEA), a la cual nos adherimos,en el sentido de que los fundamentos y la eventual aplicación de dicha ley no guardan conformidad con el derecho internacional".
Los gobernantes ratificaron como tareas prioritarias de sus administraciones la promoción de la democracia representativa y la superación de la pobreza, la desnutrición, la marginalidad, la falta de acceso a los servicios de salud y el analfabetismo "mediante, políticas que conduzcan a un desarrollo económico sostenible" a medio y largo plazo.
Asistió a la cumbre el secretario general de la OEA, César Gaviria, para recordar los desafíos pendientes y el elevado coste social de las inevitables reformas estructurales aplicadas por las economías latinoamericanas. Los datos aportados fueron muy sombríos: pese a los cambios introducidos esta década, el ingreso por habitantes de 18 de los 30 países de la región es inferior al registrado en los años ochenta. Un 20% de sus habitantes no tiene agua potable, un 30% vive sin alcantarillado, un 15% de los adultos son analfabetos y más de medio millón de niños mueren al año antes de cumplir los cinco.
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