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Zonas de Burgos y Cantabria, contra los proyectos de sendos embalses

La polémica en torno a la construcción del embalse navarro de Itoiz se ha reproducido, aunque en menor grado, en otras partes. El proyecto de construir un embalse en el cántabro Valle del Pas, famoso por sus dulces y porque ha mantenido su paisaje y personalidad como pocos lugares en España, ha vuelto. "Llevamos con esta condena 40 años", dice Luis Figueras, alcalde socialista de Vega del Pas, una de las villas del valle. "Yo tengo 56 años, y cuando era un chaval ya se empezó a hablar del pantano".Cuenta Figueras que el pantano afectaría a tres kilómetros del truchero río Pas y que anegaría una parte de este pueblo de 1.550 habitantes. "Sería un duro golpe para la economía del pueblo, porque impediría el paso del ganado de una ladera a otra a través del valle, y porque acabaría con el turismo rural que viene al pueblo por la belleza de la zona y las truchas. Además es un buen terreno, donde se dan muy bien, por ejemplo, los frutales". Les apoyan los ecologistas.

El objetivo del embalse proyectado por la Confederación Hidrográfica del Norte es el abastecimiento de agua a Santander, asunto declarado de interés general para el Estado en 1993, aunque sin entrar en el cómo y dónde. Un pleno del Ayuntamiento de Vega de Pas de finales de agosto rechazó por unanimidad el embalse. Como nadie quiere hacerse cargo de la decisión de amputar uno de los troncos más legendarios de Cantabria -los pasiegos-, el Ayuntamiento de Santander, aunque en 1092 acordó en un plenario la construcción de esta presa, ha delegado ahora en el Gobierno autónomo la decisión. "Se están pasando los balones unos á otros", dice el alcalde. La Universidad de Cantabria está estudiando los recursos hidráulicos cántabros que pueden convertirse en alternativas al pantano pasiego.

Castrovido

En Burgos, la lucha de otro pueblo, Palacios de la Sierra, de casi mil habitantes, contra el embalse de Castrovido III ha saltado también en agosto, cuando centenares de vecinos cortaron la Vuelta Ciclista a Burgos, en la que participaba Induráin.Pablo Tablado, vecino de la localidad y portavoz de la coordinadora contra el embalse, que recibe el apoyo del alcalde socialista, da sus razones: "La cola del pantano llega hasta los mismos pies del pueblo. Con todo lo que eso supone de foco de infección al remansarse en esa parte las aguas residuales de otros pueblos".

Y hace sus peticiones: "Reclamamos que se baje la cuota de la presa, que en vez de, 78 metros- de altura tenga 60, y asi ya no nos llegaría la cola". El pantano, proyectado por la Confederación Hidrográfica del Duero fundamentalmente para regular el tramo alto del río Arlanza, que se desborda a menudo, inundaría unas 500 hectáreas de monte bajo y pastizales de esta zona de la Sierra de la Demanda.

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