La familia del español que murió teme limitaciones políticas en la investigación
"El FBI hará una investigación completa y seguro que obtiene los resultados adecuados, pero creemos que puede tener limitaciones políticas". Con esta frase resumía el miércoles José Cremades, el padre del joven de origen alicantino de 15 años de edad, Daniel Cremades, sus dudas sobre los resultados de la investigación para descubrir las causas del accidente del vuelo 800 de la TWA. Daniel viajaba en la fila 23, precisamente en la zona donde, al parecer, se han encontrado restos de la sustancia usada en la fabricación de explosivos.La familia Cremades, que ayer viajaba desde Alicante hacia Estrasburgo, recibe información diaria de los resultados de la investigación y de los trabajos de rescate de los 21 cadáveres que todavía no han sido localizados, entre los que se encuentra el cuerpo de Daniel, y asegura que hasta la fecha no hay indicios suficientes para confirmar la hipótesis del atentado. Ellos afirman que el avión tenía 25 años, que hace más de 12 meses que no se habían revisado las bombas de inyección del combustible y que el aparato había incumplido una norma básica de seguridad al transportar equipaje que no correspondía a ningún pasajero. "Además, hay expertos que aseguran que sólo un escape de combustible pudo hacer que el aparato se viera envuelto en llamas tan de repente", afirmó Cremades:
Con estos datos, la familia Cremades se inclina más por la tesis del accidente y duda sobre la posibilidad del atentado, que habría dejado, dicen, "huellas inconfundibles sobre los cuerpos recuperados".
Por eso han anunciado que emprenderán acciones legales para conseguir una indemnización de la TWA en cuanto se dé por cerrada la investigación. Mientras, han iniciado contactos para crear un fondo de ayuda que permita a familiares de las víctimas hacer frente a los gastos más inmediatos.
