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La contención del gasto y los mayores beneficios empresariales rebajan un 18,7% el déficit público

La mejora de los beneficios empresariales durante 1995, declarados ahora, y la práctica congelación del gasto público en julio han permitido reducir el déficit de caja del Estado en un 18,7% en los siete primeros meses del año, respecto del mismo periodo el año anterior. La diferencia entre ingresos y pagos se ha situado en 1,18 billones de pesetas, en línea con el objetivo para todo el año (2,56 billones). Sólo en el mes de julio se ha producido un superávit de 282.100 millones de pesetas en las cuentas públicas, superior en un 22,4% al registrado en el mismo mes del año anterior.

Según los datos publicados ayer por el Ministerio de Economía y Hacienda, los ingresos acumulados entre enero y julio de este año alcanzan los 9,01 billones de pesetas y los pagos, 10,20 billones de pesetas. Ello da un crecimiento del 8,5% y del 4,4% respectivamente; es decir, una diferencia de 4,1 puntos porcentuales en el ritmo de aumento de los ingresos respecto de los gastos.El resultado es que el déficit no financiero del Estado en operaciones de caja se ha situado en los siete primeros meses del año en 1,18 billones, un 18,7% menos que el registrado en el mismo periodo del año anterior. La cifra es acorde con las previsiones para todo este ejercicio, que sitúan la diferencia entre los ingresos y los pagos en 2,56 billones, si bien en los meses de agosto y septiembre suele producirse una aceleración del déficit.

[El portavoz del PP en la Comisión de Economía del Congreso, Ramón Aguirre, atribuyó esa mejora del déficit a que empiezan a dar resultado los mecanismos de contención del gasto puestos en marcha por el Gobierno. En declaraciones a la agencia Efe, Aguirre aseguró que el resultado hubiera sido mejor de no haber sido por los intereses generados por la deuda pública, que calificó de losa heredada de los socialistas.]

Si a los 1,18 billones de pesetas de déficit se le restan los pagos que corresponden a los intereses de la deuda pública, los datos acumulados hasta el mes de julio arrojan un superávit primario de 792.500 millones de pesetas, un 300% mejor que en el mismo periodo del año anterior. Esta cifra puede sin embargo estar distorsionada por los diferentes calendarios de contabilización de los intereses de la deuda en un año y otro.

Sólo en julio y en relación al mismo mes del año anterior, los ingresos públicos se han situado en 1,85 billones (un 3,5% de incremento) y los gastos en 1,56 billones (un 0,6% de aumento). La diferencia entre ambos ha arrojado un superávit de 282. 100 millones frente a los 230.400 millones de julio de 1995, lo que supone una mejora del 22,4%.

La principal causa que explica el buen comportamiento de los ingresos públicos en ese mes reside en los beneficios correspondientes a 1995, declarados ahora por las empresas para el pago del impuesto de sociedades. Las empresas han ingresado por este concepto en el fisco 322.400 millones de pesetas, un 43,3% más que en el mismo mes del año anterior. La recaudación por IVA ha aumentado un moderado 1,9% -por las mayores devoluciones efectuadas en julio de este año- y la del impuesto sobre la renta ha crecido un 7,7%, pese al también mayor volumen de devoluciones.

En cuanto a los pagos, la partida correspondiente a los intereses de la deuda, la más importante después de las transferencias corrientes, ha disminuido un 11,1% en línea con la reducción de tipos. Por el contrario, los gastos de personal, el tercer volumen en importancia, ha crecido un 10,2%. Las transferencias corrientes han crecido también un 12,3%, sobre todo por las realizadas para financiar operaciones del Insalud.

Como consecuencia del buen balance que presentan las cuentas públicas hasta el mes de julio, la necesidad de -endeudamiento del Estado (para financiar el déficit) se ha reducido en el mes de julio un 6,4% frente al mismo mes del año anterior y se ha situado en 305.900 millones de pesetas. En los siete primeros meses del año se han alcanzado los 1,86 billones, un 23,7% menos que en igual periodo de 1995.

Los activos financieros del Estado ascendían, a finales de julio pasado, a 682.700 millones, lo que significa un descenso del 30,9%. La principal fuente de financiación han sido las emisiones de bonos y obligaciones, lo que aportó al Tesoro público 1,7 billones, un 57,3% más.

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