Japón pide perdón a las 'esclavas sexuales' filipinas de la guerra

Japón pidió ayer por primera vez perdón oficial a las filipinas convertidas en la II Guerra Mundial en esclavas sexuales por su Ejército y se comprometió a darles 18.500 dólares (2,3 millones de pesetas), procedentes de un fondo privado, a cada una de las cuatro mujeres que han aceptado esta salida. El primer ministro japonés, Ryutaro Hashimoto, se dirigió por carta para expresarles sus "más sinceras disculpas". Se refiere a ellas como "mujeres de consuelo". En Filipinas, hay 108 casos reconocidos de esclavas sexuales que aún viven.Tres de las cuatro mujeres -Rufina Fernández, de 69 años, Atanasia Cortés, de 73, y María Rosa Henson, de 68- han aceptado en un acto público la cantidad ofrecida. Una cuarta ha aceptado lo propuesto, aunque en privado, para no desvelar su identidad.

La carta de Hashimoto dice: "El asunto de las mujeres de consuelo, en el que estuvieron involucradas las autoridades militares de aquel tiempo, fue una grave afrenta al honor y dignidad de una gran cantidad de mujeres. Como primer ministro de Japón, reitero mis más sinceras disculpas a todas las mujeres que padecieron innumerables y dolorosas experiencias y sufrieron heridas físicas y psicológicas".