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Toros invalidos en Gijón

Uno de esos colmos de la mala suerte que es el torero con ganas que no encuentra toro se dio en la quinta corrida de la feria de Gijón, con media entrada en la plaza. Y es que cuando el ganado cae ya nada parece tener importancia. Los toros de Garcibravo tenían buen tranco pero ni un puyazo en condiciones admitieron pues su destino estaba en el suelo.Víctor Puerto (ovación en su lote) no podía venir más dispuesto pero sus ganas se estrellaron. ¡Cómo estuvo con la capa! De nada sirvió que templara la muleta y diera la distancia justa.

A Jesulín de Ubrique (aviso y silencio; oreja), le pasó lo contrario. Contó con los mejores toros y no salió de la vulgaridad, la repetición, el eterno pase. Se supone a Julio Aparicio (silencio y palmas), un torero de pellizco. Ayer ni de monja. Pases perdiendo los pies y a medio metro de un supuesto enemigo. Cuando todo hubo terminado un espectador gritó: "¡Somos de segunda pero no idiotas!".

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