El candidato Miguel Sanz no teme la inestabilidad

El propósito del probable nuevo presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, es impulsar los traspasos a la comunidad foral de servicios pendientes (Justicia, Instituciones Penitenciarias, Cámaras Agrarias, el dominio directo sobre el par aje de Bárdenas Reales, Tráfico y Seguridad e Inem) y negociar otros nuevos en materia de Seguridad Social, Fondo de Garantía Salarial, crédito, banca y seguros.La posibilidad de una moción de censura contra un Gobierno de UPN minoritario, ya sugerida por la CDN de Juan Cruz Alli, no preocupa al candidato. "Creo en la seriedad de los pronunciamientos políticos sobre la estabilidad de Navarra. La moción de censura exigiría un candidato alternativo que hoy no existe y será muy difícil que, exista en un año o año y medio".

Desde el centro, la izquierda y el nacionalismo vasco de Eusko Alkartasuna, no se ha perdido la esperanza, aunque remota, de conseguir un pacto para presentar un candidato. "Tenemos 45 días para negociar un Gobierno alternativo", afirma Félix Taberna, el portavoz de IU.

Taberna recuerda que los socialistas navarros rebeldes frente a la dirección federal han logrado convocar un comité regional para debatir su política de alianzas, porque no quieren dejar el Gobierno en manos de la derecha. Si en el futuro inmediato el PSN-PSOE decide apostar por un nuevo Ejecutivo de coalición, Navarra se vería abocada, nuevamente, a cambios drásticos que. están por definir.

En cuanto a los funcionarios, no hacen cuestión del color del Gobierno, pero "es cierto que esta continua inestabilidad provoca inquietud", señala Santos Sastre, portavoz del sindicato Afapna. Esta organización es mayoritaria en la Administración Foral, que no en balde es la primera empresa de Navarra por número de empleados. El portavoz sindical no oculta su temor por la política de retribuciones del futuro Gobierno de UPN, cuando el Ejecutivo tripartito había alcanzado acuerdos con los trabajadores públicos entre los cuales no se preveía congelación salarial en los próximos tres años.

La sombra de la inestabilidad en Navarra no parece afectar a la economía. En el último año, la comunidad foral ha recibido inversiones industriales que superan los 10.000 millones de pesetas. Los datos del desempleo (24.126 parados en junio, 455 más que el mes anterior, con una tasa del 11,25% de la población activa) son los normales y el IPC acumulado desde enero es de 1,8% frente al 2,1 % de media nacional en el mismo periodo.Es un buen resultado para una comunidad fuertemente inflacionaria como es Navarra.