Un camino hasta la presidencia demasiado tortuoso
El artículo 29 de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Fuero de Navarra (Lorafna) establece un complejo y largo procedimiento para- la investidura del presidente del Gobierno foral, que es único en el Estado.La ley fija cuatro votaciones obligatorias, con intervalos de 48 horas, para cada candidato a presidente. Se obtiene la investidura en las dos primeras si se consigue mayoría absoluta y en las dos siguientes basta la mayoría simple. Si el candidato no logra ni una ni otra, se abre un plazo máximo de dos meses a partir del día de la primera votación para la presentación de candidatos alternativos.
El amejoramiento no contempla la posibilidad de disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones. Transcurridos los dos meses sin que nadie haya sido elegido, se convierte en presidente el candidato de la lista con más votos populares.
Todos los partidos navarros están de acuerdo con la decisión anunciada por el candidato regionalista Miguel Sanz (rechazado ya en las cuatro votaciones por mayoría absoluta) de acortar tales plazos y reducir a dos las votaciones, con un intervalo de 24 horas y un plazo máximo de un mes para la presentación de otros posibles candidatos.
Automatismo
Sin embargo, UPN mantendrá el automatismo que da el Gobierno, en el caso de no haber consenso político para formar mayorías en el Parlamento, al candidato de la lista más votada. Algo que el tripartito quería hacer desaparecer."El automatismo genera estabilidad y obliga al entendimiento político", asegura Sanz. Pero otras fuerzas políticas consideran que se mantendrá por un interés partidista de UPN, que se ve beneficiada, porque el sistema favorece gobiernos en minoría.
"Es obsoleto e inadecuado y nos está obligando a una ridícula ronda de consultas cada cinco días con todos los grupos políticos", afirma Lola Eguren, diputada del PSN-PSOE y presidenta del Parlamento foral. "El automatismo se creó como un procedimiento excepcional. Creo que el más amplio consenso político debe regir los cambios que se introduzcan", añade Eguren.
"La solución de UPN no es solución porque lo que falla es el sistema. Como habíamos consensuado en el Gobierno tripartito, se debería hacer desaparecer el automatismo. Un mes para negociar y, si no hay mayorías, disolución del Parlamento y nuevas elecciones", declara Juan Cruz Alli.
El sistema automático dio el Gobierno al PSN-PSOE en las dos primeras legislaturas (1984-1987 y 1987-1991) y a UPN en la siguiente (1991-1995).
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