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Los croatas de Mostar rechazan el ultimátum de la UE para que acepten un alcalde musulmán

Las negociciones entre la Unión Europea (UE) y los líderes croatas de Bosnia-Herzegovina, que rechazaban cooperar en Mostar, fracasaron anoche al expirar el ultimátum de la UE para que aceptasen de una vez por todas formar parte del Gobierno municipal de la capital de Herzegovina. El presidente croata, Franjo Tudjman, que el viernes se comprometió en Washington a respetar los acuerdos de Dayton, que incluyen la reunificación de Mostar, envió a us ministros más influyentes -el de Defensa, Gojko Susak, y el de Exteriores, Mate Granic- para poner fin a la rebelión de los radicales croatas que se oponen a todo compromiso con los musulmanes, pero su empeño fue en vano.

"Las conversaciones han fracasado", se limitó a informar el portavoz de la UE, Dragan Gasic. "La UE ha presentado una propuesta que sólo ha sido aceptada por una parte -la bosnia (los musulmanes)-, la otra la ha rechazado", añadió Gasic.El fracaso en la unificación de Mostar, de acuerdo a los resultados de las elecciones municipales del 30 de junio, pone en peligro todo el proceso de paz de Bosnia. La UE, que administra desde hace dos años esa ciudad, amenazó con retirarse de la zona si los bosniocroatas no cedían en su rechazo al resultado de las urnas. "La única salida posible. es una retirada de la UE, si nuestros Gobiernos la aprueban el lunes [mañana]", declaró Gasic.

Croacia, protectora de los croatas bosnios, se jugaba anoche, además de prestigio, sanciones económicas de la UE. Pero el ministro Susak, considerado el jefe del clan de los herzegovinos y una persona de gran influencia en esa región de Bosnia, en la que croatas y musulmanes combatieron con especial virulencia entre 1993 y 1994, no consiguió persuadir a los rebeldes.

Mientras, en Neum, en la costa adriática, la reunión de la asamblea de la Convención Croata Democrática (HDZ), partido bosniocroata hermano del de Croacia, elegía presidente a Bozo Rajic, un partidario de la secesión.

Intransigencia

La intransigencia de los dirigentes croatobosnios y su decisión de seguir boicoteando la constitución del recientemente elegido Consejo Municipal de Mostar se mantuvo a pesar de las presiones ejercidas sobre ellos por EE UU y la UE.El presidente de Croacia, Franjo Tudjman, afirmó ayer en Zagreb, ya de regreso de su viaje a Estados Unidos, que en las conversaciones que celebró el viernes con el presidente de EE UU, Bill Clinton, se puso de manifiesto "la necesidad de que los acuerdos de paz de Dayton vayan cumpliéndose sin estorbos". Fuentes de la Casa Blanca informaron después de la reunión que las dos partes acordaron que los resultados electorales en Mostar debían ser respetados, y que la secesionista república croata- de Herzeg-Bosnia debería extinguirse antes del día 8 e integrarse en la Federación.

El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, anunció anoche su próximo viaje a los Balcanes entre el 12 y el 15 de agosto, para preparar las elecciones previstas, en Bosnia el próximo 14 de septiembre. Pero el fracaso en Mostar ensombrece el futuro de cualquier otra votación en Bosnia y coloca grandes interrogantes al futuro de esta zona., "Bajo estas circunstancias el plan de acción conjunto no puede ponerse en marcha", dijo Gasic en referencia a la propuesta europea de prorrogar por seis meses su misión en Mostar.

Por otra parte, en Bosnia central, los problemas tienen apellido serbio. Una explosión destruyó en la madrugada del sábado el puente en el río Usora, cerca de Doboj, según informó el portavoz de las fuerzas de la OTAN para la aplicación del plan de paz (lfor) en Sarajevo, comandante Brett Boudreau. El puente, que sufrió grandes daños, por lo que es imposible el tránsito de vehículos, fue construido hace dos meses por los soldados rumanos de Ifor.

Poco antes de la explosión, los soldados de lfor vieron un coche rojo que se alejaba a gran velocidad hacia territorio controlado por los serbobosnios, señaló Boudreau. Más tarde, cuando el mismo vehículo fue visto al norte de Doboj, unos 1.000 civiles serbios, que celebraban la fiesta, lo rodearon, impidiendo la detención de sus ocupantes.

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