Un libanés secuestra el avión de Iberia que cubría el vuelo Madrid-La Habana y lo desvía a Miami
Un avión de Iberia con 217 pasajeros y 14 tripulantes a bordo fue secuestrado ayer en ruta entre Madrid y La Habana y obligado a aterrizar en Miami por un individuo de nacionalidad libanesa, identificado por fuentes oficiales españolas como Saad Ibrahim, de 28 años, que se rindió al FBI pocos minutos después de llegar a suelo norteamericano. El secuestrador amenazó con hacer estallar una bomba que no llevaba, según el FBI. Esta madrugada aún no se conocían los propósitos del secuestrador. Ninguno de los pasajeros (85 de ellos eran de nacionalidad española) ni los miembros de la tripulación resultaron heridos en el incidente, resuelto en poco más de media hora sin que fuera necesaria la fuerza.
El secuestrador había amenazado a la tripulación del avión si sus órdenes no eran obedecidas, pero, según algunas versiones, el FBI no halló en su poder ni armas ni explosivos. Sólo encontró en su equipaje un paquete con aspecto de aparato explosivo durante el registro del avión. Una inspección con rayos X descartó que se tratase de una bomba.Según otras fuentes, el secuestrador preparó un artefacto simulado en los lavabos del avión utilizando para ello un casete portátil y una maquinilla de afeitar eléctrica que recubrió con papel de aluminio. De este paquete dejó salir dos cables, que amenazó con unir para provocar una explosión en la nave.
El avión, un DC-10 que cubría el vuelo 6621, tomó tierra en el aeropuerto internacional de Míami a las tres en punto de la tarde (nueve de la noche hora peninsular española). Las autoridades desviaron de inmediato el aparato a una esquina del aeropuerto y lo rodearon rápidamente con las medidas de seguridad que habían sido urgentemente preparadas desde una media hora antes.
Fuerzas especiales del FBI tomaron posiciones bajo el avión y en otras áreas estratégicas por si hubiera sido necesaria una intervención rápida para entrar en la aeronave.
Las negociaciones entre el secuestrador y las autoridades norteamericanas comenzaron en el aire, cuando el avión de Iberia se aproximaba a Miami en donde vive la mayor parte del exilio cubano en Estados Unidos. Apenas 15 minutos después del aterrizaje del avión en esa ciudad, el secuestrador estaba ya en manos de la policía. Y a las 15.45 hora de Miami (21.45 hora peninsular española) los pasajeros, comenzaron a abandonar el aparato por la escalerilla situada en la parte trasera.
El hecho de que ayer se celebrase en Cuba una de las fechas más significativas de la revolución cubana, el 43 aniversario del asalto al cuartel de Moncada, hacia más probable la vinculación de este incidente con un acto de protesta contra el régimen de Fidel Castro. Fuentes periodistas en Miami dijeron que el secuestrador era de origen cubano, pero esto no fue confirmado por el FBI. Hasta el cierre de esta edición no se produjo ninguna declaración oficial del Gobierno cubano, informa Mauricio Vicent.
España es uno de los países con mayores inversiones económicas en Cuba, y la comunidad del exilio en Miami había criticado esas inversiones como una forma de mantener el régimen castrista. En el pasado, se habían producido en Miami varios actos de protesta contra intereses españoles.
El presidente Bill Clinton había sido informado inmediatamente de este nuevo incidente relacionado con la seguridad del transporte aéreo en Estados Unidos. Las negociaciones con el secuestrador, según el FBI, comenzaron una hora antes de que el avión tomase tierra. Su única reivindicación fue que se le dejase aterrizar en Miami.
El secuestrador fue transportado en automóvil desde el aeropuerto hasta las instalaciones policiales para ser interrogado. Los pasajeros, que abandonaron la pista del aeropuerto en autobuses, también debían ser interrogados por la policía.
El DC-10 de Iberia había salido de Madrid al mediodía de ayer y tenía previsto llegar a La Habana nueve horas después.
Aunque en el pasado han ocurrido casos de miembros de las fuerzas armadas cubanas que abandonaban su país a bordo de sus aviones y pedían refugio político en Estados Unidos, nunca antes había sido secuestrado un avión de línea comercial con ese propósito.
El secuestro de un avión de línea comercial está castigado en Estados Unidos con penas de hasta 20 años de cárcel. -
Este incidente puede incrementar en EE UU el debate sobre la situación política en Cuba, que ha estado recientemente de actualidad en este país por la aprobación de la ley Helms-Burton y el derribo, en febrero pasado, de dos avionetas civiles por la fuerza aérea cubana.
El secuestro del avión de Iberia concentró, además, la atención de la opinión pública norteamericana por haberse producido sólo nueve días después de la explosión de un avión de TWA, en vuelo Nueva York-París, con 230 pasajeros. Aún no se descartado la sospecha de que la explosión fue causada por un atentado.
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