Nessie
Otra película en cuyo fondo está el simpático mito casero escocés del monstruo del lago Ness, que ninguno de allí (ni de aquí) se traga, pero que todos sorbemos como un trago adicional y por la oreja de malt pasado por agua; y ahora pasado también por los ojos, a la sombra del estupendo precedente (por supuesto, inalcanzado por el correcto, bienintencionado y corto de estilo John Henderson) del Nessie mecánico de La vida privada de Sherlock Holmes, que el gran Billy Wilder se soltó casi al final de su carrera y que sigue y seguirá siendo la punta de este caramelo de entrañables fantasmas escoceses antediluvianos.La película es una simpática y visible nadería, que hace pasarlo bien al espectador conforme y despojado de exigencia. Y que entra a la perfección en el corral del llamado cine refrescante, ese que no calienta la cabeza ni a los turistas esquimales. A la protagonista Joely Richardson, la última cara bonita por ahora de la ilustre familia de los Redgrave, da gusto verla. Y además (le viene de estirpe) actúa bien. El resto del reparto le acompaña en esta incursión turística dentro del bello paraje escocés, pero su aventura no añade nada a nadie mínimamente enterado del caso, pero tampoco le hace sentirse, tras verla, con el tiempo robado. Una vez fuera, se sonríe, se bosteza, se borra de la memoria lo visto, y a otro asunto.
Lago Ness
Dirección: John Henderson. Reino Unido, 1996. Intérpetes: Joely Richardson, Ted Danson, lan Holm.Estreno en Madrid: La Vaguada, Bogart, Canciller, Aluche, Cartago, España, Picasso, Colombia.
Babelia
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