_
_
_
_

La Duma pide investigar la corrupción en el Kremlin

Pilar Bonet

La élite política rusa va de escándalo en escándalo, y el último, en vísperas de los Juegos Olímpicos, pone en entredicho la reputación del ministro de Deportes y Turismo, Shamil Tarpishev, entrenador de tenis del presidente Borís Yeltsin y miembro del Comité Olímpico Internacional (COI). El funcionario, que tiene despacho en el Kremlin y que fue presidente del Fondo Nacional del Deporte (FND), rompió ayer el silencio que ha mantenido durante dos días para calificar de "delirio" las acusaciones vertidas contra él el lunes por él semanario Novaia Gazeta. La Duma ha pedido que se investiguen estas acusaciones.En la publicación, Alexandr Minkin, un conocido periodista especializado en revelaciones sensacionales, implicaba atar al exjefe del Servicio de Seguridad del Presidente (SSP), Alexandr Koizhakov, y al ex director del Servicio Federal de Seguridad, Mijaíl Barsukov, en supuestas extorsiones de millones de dólares a organizaciones relacionadas con el deporte, efectuadas con la excusa de recoger fondos electorales. Además, los personajes mencionados estarían implicados en actividades mafiosas, incluso en asesinatos, y en la venta de reservas de oro. Tarpishev dijo ayer que "carece de sentido" responder a la publicación, que tiene por objeto difamarle. También manifestó que se reserva el derecho de acudir a los tribunales.

Novaia Gazeta publicó la transcripción de una supuesta cinta magnétofonica, donde el sucesor de Shamil Tarpíshev al frente del FND cuenta que vive aterrorizado por la insaciable codicia de la troika de ex funcionarios mencionados. Estas revelaciones tuvieron lugar, según Novaia Gazeta, en una conversación supuestamente mantenida en abril. El principal protagonista de la cinta, Borís Fiódorov -no confundir con el economista y diputado del mismo nombre- está actualmente en una clínica de un país de Europa Occidental bajo identidad falsa tras haberse salvado de milagro de un atentado.

En unas declaraciones publicadas ayer por el diario Komsomolskaia Pravda, Fiódorov se responsabiliza de parte del contenido de la transcripción, pero asegura que ésta incluye fragmentos de varias conversaciones y también de añadidos ajenos. Implícitamente, Fiódorov reconoce la gravedad de este opaco asunto, al exclamar: ."Por supuesto, acabarán matándome". "Pero sacrificarme como a un peón, sentenciarme a muerte, es una canallada", remachó.

La Duma Estatal (Cámara baja del Parlamento) pidió ayer a la Fiscalía del Estado que investigue los hechos mencionados por Novaia Gazeta. La Cámara dirigió también una petición al ministro del Interior, Anatoli Kulikov, para que garantice la seguridad de Alexandr Minkin. En los próximos días, el Fiscal General de Rusia debe intervenir ante la Duma.

El FND ha gozado de un régimen especial de exención de impuestos para la importación de bebidas alcohólicas y tabaco. En mayo, Alexandr Korzhakov se hizo con el control del FND mediante el nombramiento al frente de esta organización de uno de sus hombres, Valeri Streletski, que era jefe de un departamento en el Servicio de Seguridad del Presidente. Previamente, Fiódorov fue detenido por la policía que le acusó de posesión ilegal de un gramo de cocaína, y, se encontraba en libertad bajo fianza cuando un asesino, actuando al parecer por encargo, trató de matarle en el centro de Moscú.

Korzhakov y Barsukov fueron destituidos por Yeltsin el pasado 20 de junio, después de una rocambolesca operación nocturna a partir de la detención de dos ejecutivos de la campaña de Yeltsin que intentaban sacar medio millón de dólares de la sede del Gobierno.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_