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La OMS predice efectos negativos del cambio climático sobre la salud

Las aseguradoras piden medidas para evitar los desastres naturales

El aumento de uno a tres grados que se prevé en las temperaturas para el año 2100 va a alterar los sistemas naturales y ecológicos y desencadenar una multitud de efectos negativos en la salud, advierte el informe El cambio climático y la salud, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente.

La proliferación de inundaciones, tormentas y sequías en los últimos 20 años ha afectado a la industria aseguradora. Representantes de 58 grandes empresas de seguros pidieron ayer en Ginebra, con motivo de la reunión del Tratado sobre Cambios Climáticos, la toma de medidas para evitar el aumento de desastres naturales que se cree está ligado al calentamiento. Los aseguradores dicen estar convencidos de que se impondrá la limitación del uso de combustibles fósiles pero temen que lleguen demasiado tarde para sus empresas.El informe de la OMS estudia las consecuencias para la salud de los tres principales componentes del cambio climático: los cambios de temperatura y precipitaciones, los cambios en la frecuencia de las olas de calor y otros fenómenos atmosféricos extremos y el aumento del nivel del mar. Aunque la reducción de la capa de ozono no es un componente del cambio climático, los expertos reiteran la advertencia de los efectos nocivos que para la salud tienen las radiaciones ultravioletas.

Los efectos más directos los originarán las olas de calor, las tormentas y las inundaciones, y los menos directos se deberán a las consecuencias socioeconómicas del deterioro medioambiental. "Muchos de los efectos indirectos para la salud pública se producirán despacio, mediante los impactos climáticos en la agricultura., la pesca oceánica y la transmisión de enfermedades infecciosas".

Y echando por tierra la prudencia que prefieren adoptar los escépticos y detractores de estas predicciones, como la industria energética, los autores advierten:

"Si es probable que los cambios climáticos incidan negativamente en la salud no podemos esperar a que haya pruebas empíricas; esta actitud de 'esperar y ver' será imprudente en el mejor de los casos y disparatado en el peor.

En cuanto a las enfermedades, la malaria es uno de los ejemplos más llamativos. Las altas temperaturas de los últimos años ya han producido más casos de malaria debido a que favorecen la multiplicación de los mosquitos portadores. Lo que los expertos temen es que el área actualmente afectada por la malaria se extienda hacia el norte y el sur del planeta y que lo mismo pase con la fiebre amarilla, el dengue, la meningitis y el cólera. Entre los brotes en humanos figuran el de peste neumónica en la India en 1994 y el de hantavirus en Estados Unidos en 1993.

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