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Los sindicatos afirman que los recortes fiscales son "una bomba de efectos retardados"

Javier Sampedro

Mientras el ministro de Trabajo, Javier Arenas, se quejaba ayer de la "injusticia" que cometen los sindicatos al anunciar movilizaciones contra una política económica que, según él, cuenta con el apoyo de la opinión pública, los líderes de UGT y, CC OO, Cándido Méndez y Antonio Gutiérrez, acusaban al Gobierno de haber puesto en marcha "una bomba de relojería" con la generación de una grieta fiscal para 1997, debida a la "bajada de impuestos a los sectores de mayor capacidad económica" y la "liquidación" del sector público.

Arenas, Méndez y Gutiérrez se desplazaron a Santander para intervenir en el seminario Economía, trabajo y sociedad en España: tiempo de trabajo, empleo y relaciones sociales, organizado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Aunque el ministro no llegó a coincidir con los líderes sindicales, éstos tuvieron ocasión de responderle a través de los informadores."El diálogo entre los empresarios y los sindicatos", dijo Arenas, "será lo que utilice el Gobierno para decidir sus medidas contra el paro". Y añadió que, en un país donde el 43% de los jóvenes se encuentran en paro, "la solidaridad pasa por la modernización del mercado laboral y por el diálogo hasta la extenuación entre sindicatos y empresarios". Unas horas después, Antonio Gutiérrez le respondía: "Eso es echarnos a nosotros la patata caliente de las reformas laborales".

El anuncio rimbombante de Arenas de que "los próximos resultados del paro serán los segundos mejores de la historia de España" tampoco pareció impresionar mucho a los sindicalistas. "Si baja el paro nos alegraremos", comentó Méndez, "pero sería temerario decir que hay un cambio estable en la tendencia". Ningún dato, según el líder de UGT, puede justificar que la política de generación de empleo se haya convertido en "un elemento residual" para el Gobierno.

Arenas había comentado que, aun en el caso de que sindicatos y empresarios, no llegaran a un acuerdo en materia de reforma laboral, el Gobierno no tomaría medidas unilaterales sin consultarles. "Lo que hace falta", respondió Méndez, "es que el Gobierno diga claramente que no va a alterar la legislación actual sobre despidos: que lo diga de una vez y, claramente".

Sobre la asamblea de delegados de mañana, Gutiérrez comentó que "se puede decir que la ha convocado el Gobierno" con su política de privatizaciones y con su "confusión sobre los acuerdos para respetar las condiciones de los empleados públicos". Los sindicalistas advirtieron que Ios derroteros del diálogo social se pueden truncar".

[Los secretarios, generales de CC OO y UGT en Cataluña, Joan Coscubiela y Josep María Álvarez, mientras, expresaban su deseo de que los trabajadores catalanes se "pongan a la cabeza" de las protestas contra el plan de privatizaciones del Gobierno.]

Sobre el mercado de trabajo, Arenas dijo que "es mejor crear el empleo que repartirlo", ya que la, reducción de jornada incrementaría los costes de las empresas y reduciría los ingresos de los trabajadores. "La generación de empleo", aseguró el ministro, "es la obsesión de este Gobierno".

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