Buenas vallas
En Madrid se hacen buenas vallas. Por ejemplo, el muro que rodea la catedral de la Almudena, de ladrillo visto con flores de cemento a juego con el granito de palacio y la pizarra de la cúpula.A escasos metros de allí se eleva otra noble barricada, erigida por Huarte y Compañía, con ocasión del comienzo de las obras del Real, en un perímetro que recorre cuatro calles y una plaza. Con los años, esta curiosa construcción ha ido tomando raíz y ya es aceptada por todos, incluidos los turistas que deambulan alegres en fila india por medio de las calzadas.
Sobra el viejo cartel de "Perdonen las molestias", porque aquello no molesta ya a nadie, quedando sitio de sobra para los coches, autobuses y algún minusválido que otro, que comparten en amable compañía. Preguntan algunos si ese edificio es el Palacio Real. "No", se les contesta. "Está muy cerca, pero se ve mal porque queda algo oculto por una espectacular teoría de vallas, de más de un kilómetro, pintadas con los colores de España y colocadas con tal mimo que se puede pasar al centro de la plaza de Oriente por un pasadizo muy oportuno. 0 sea, que muy bien.-
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