Lenguaje distinto, pero enteramente respetuoso con los alrededores

, La transición entre el viejo y el nuevo siglo". Así defiende su edificio Rafael Moneo frente a las críticas. "Es respetuoso con su entorno, pero con un lenguaje distinto. Hemos intentado estar a la altura de ese entorno, pero no imitarlo. Tiene que tener su propia identidad", dice Luis Rojo.

Hay expectación sana en la ciudad por el edificio que en el futuro se convertirá, con toda seguridad, en uno de sus emblemas. Dos frentes, no de igual intensidad, se oponen al Kursaal de Moneo: la Plataforma anti Kursaal, que, en opinión del arquitecto municipal encargado de esta obra, Jesús Barreiro, está liderada por vecinos de los dos edificios de la avenida de la Zurriola que quedarían sin vistas al mar y que piden la construcción de un aparcamiento para los vecinos y un parque, y la oposición, casi en solitario, de un constructor de la zona, conocido como El Francés, que ha utilizado los bajos de un edificio nuevo de su propiedad, en la céntrica avenida de la Libertad, que está sin utilizar por carecer de la licencia adecuada, para plantar pasquines en contra del proyecto de Moneo.

Barreiro recuerda a los vecinos de la avenida de la Zurriola que sus viviendas están situadas, al igual que el solar del Kursaal, en unos terrenos ganados al mar y que ellos, en su día, también quitaron las vistas al Cantábrico a los vecinos que habitaban los edificios situados atrás. Sobre la aplicación del plan especial del área romántica, dictado a finales de los años sesenta como protección del ensanche decimonónico, Barreiros dice que el solar del Kursaal no entra en dicho plan. "Si se aplicara el plan de área romántica al Kursaal, el edificio hubiera quitado muchas más vistas a los vecinos". Por no hablar, de la revalorización de la zona, a la que también ha contribuido la construcción de la hermosa playa artificial de la Zurriola, inaugurada el año pasado.

Una sociedad anónima

Es la Sociedad Kursaal, una sociedad anónima formada por el Ayuntamiento de San Sebastián, el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Guipúzcoa, la que gestiona las obras del edificio de Moneo. La aportación al presupuesto de 8.300 millones de pesetas no es la misma, siendo el Ayuntamiento el que contribuirá en mayor medida. También, el Ministerio de Cultura firmó un convenio con el alcalde Odón Elorza para contribuir con 1.040 millones a las obras. Estos días, se ha recibido una advertencia de Cultura de que, por los recortes presupuestarios, la aportación anual de este departamento a la obra sufrirá un retraso.Las obras, que se encuentran en la actualidad en fase de cimentación, se van licitando por lotes, para así. evitar dar el bombón a una sola constructora y conseguir también precios más ajustados. En total se ha adjudicado ya un 40% del total, con resultados más económicos de lo presupuestado inicialmente.