"Ha sido difícil sobrevivir a Jim Morrison", dice Manzarek, un ex miembro de The Doors
Se cumplen 25 años de la muerte del célebre compositor, cantante y poeta norteamericano
"Ha sido muy difícil sobrevivir a Jim Morrison", dice Ray Manzarek, uno de los miembros de The Doors. Jim Morrison murió en la bañera de un hotel parisiense el 3 de julio de 1971, hace 25 años. Desde entonces, el mito no ha dejado de crecer, y el poder de su música, su poesía y su imagen rebelde sigue siendo un paradigma juvenil. El aniversario ha motivado la reedición de la obra completa de su grupo en estudio en dos volúmenes y un recopilatorio de éxitos. Manzarek recuerda a su amigo, pero no lo ha mitificado. "Nosotros no rendimos culto a Jim, era nuestro amigo, nuestro colega", dice.
Manzarek se sintió desde su adolescencia atraído por las filosofías orientales y ha seguido profundizando en ellas a lo largo de casi tres décadas. Eso queda claro desde el inicio de la conversación con él. Sobre lo que ha sido su vida después de la muerte de Morrison, dice con tono revelador: "No es difícil estar vivo, pero déjame decirte algo: no existe la muerte. Uno no se muere. Esto es filosofía hippy. La idea del hippismo, y éste es el aspecto psicodélico de los Doors, es que la muerte te lleva a otro realismo. Tú no mueres, tu energía regresa a la fuente de energía originaria de todas las cosas, a Dios. Pero nosotros somos esa energia. Todos los humanos somos Dios".Morrison parece haberse atascado en esa transformación de energía. "Ésa es una perspectiva cristiana", reacciona Manzarek. "Hay que mirar más allá del pensamiento judeocristianomusulmán. Los Doors significan libertad, las puertas de tu mente, las puertas de la percepción, como decía Aldous HuxIey. Significan traspasar las puertas de la percepción en tu mente hacia un mundo de libertad, más allá de las iglesias. Dios no te mira desde la distancia. Tú eres Dios", dice Manzarck con tono de predicador.
"Pensar que el espíritu de Jim Morrison está atado a la tierra es un atavismo judeocristiano. No creo en eso", dice. Pero tampoco cae en la trampa cuando se le pregunta si él se comunica con el espíritu de, Morrison. "¿Ves? Eso es un resabio de tu educación cristiana. No me interesa. España debe alzarse por encima de su catolicismo para poder llegar a ser un gran país libre. Pero no es aconsejable entrar en cultos oscuros, porque eso produce paranoias", aconseja.
Las incursiones de los Doors en el lado oscuro han sido vistas a veces como satanismo, pero Manzarek lo rechaza: "Nosotros jugamos con el lado oscuro de la naturaleza humana, no con el diablo. El diablo es una idea cristiana. Yo fui educado como católico, pero fuí más allá de esa religión.
Los Doors tocaron como grupo un par de años juntos después de la muerte de Morrison, pero sin éxito. Los ex componentes del grupo se han juntado en los siguientes años para reunir grabaciones inéditas o hacer recopilaciones. ¿Una forma de homenaje?, le preguntamos a Manzarek, y suelta una sonora carcajada por el teléfono que cruza medio planeta. "Los Doors es una banda, en todo caso es un homenaja a la banda, no a Morrison. Los Doors son cuatro. No rendirrios culto a Jim Morrison. Jim Morrison era mi colega, mi amigo del alma, pero no era Dios, sino el cantante del grupo. Yo era el teclista. Los teclados son tan importantes como el cantante, la voz es tan importante como la batería, la batería es tan importante como la guitarra. Los cuatro juntos éramos los Doors".
Lo cierto es que, sin Morrison, los Doors duraron poco. Grabaron dos discos con poca fortuna, pero no han considerado la idea de volver a actuar juntos, como los Sex Pistols recientemente, o a grabar un disco como los Beatles. "No Volveremos a tocar juntos", afirma Manzarek. "¿Por qué habríamos de hacerlo? ¿Por dinero? No necesito dinero. ¿Para tocar Light my fire? La he tocado miles de veces, ¿por qué querría volver a hacerlo otra vez? ¿Para mí, para ti? Quien quiera ver a los Doors que compre vídeos".
La leyenda en torno a la muerte de Morrison no parece desagradarle. "La leyenda en torno a él, al poeta, me parece fantástica", dice. "Yo conocí a un poeta en la Universidad de Los Angeles y nos hicimos amigos. Se llamaba Jim Morrison, creamos una banda de rock. Y lo hicimos por la poesía. Yo podía hacer buena música y él podía crear unos bellísimos poemas".
Ray Manzarek sigue viendo a los amigos de la banda y actualmente está al lado de otro poeta, Michael McLure, a quien acompaña al piano, improvisando en sus recitales: "La poesía necesita a la música en nuestro tiempo, y eso empezó con los beatniks, con Allen Ginsberg y Jack Kerouac. Ellos le pusieron jazz a la poesía y eso la hizo más accesible. Es por eso por lo que la gente entiende a Jim Morrison y le valora mucho más. Era un poeta que actuaba con una banda do rock and roll".
Manzarek no mira esa época con nostalgia. "No es la mejor época de mi vida. La mejor es siempre mañana". Sigue viviendo como músico, pero no busca éxito: "El último disco que hice fue Carmina Burana, con Philip Glass. Tal vez grabe otros en el futuro, no lo sé", dice. "Sigo amando la música, es lo que nos separa de las bestias".
Los seguidores de Morrison todavía pueden esperar novedades discográficas de su ídolo. "Todavía hay grabaciones inéditas", dice Manzarek. "Preparamos una caja de varios discos que reunirá todo lo que hasta ahora no se ha publicado de los Doors. Creo que podrá estar en las tiendas dentro de dos años".
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