Nacho Duato debuta como actor protagonista en el filme "Tot verí"

Nacho Duato acaba de renovar por tres años más su contrato como director de la Compañía Nacional de Danza, pero en noviembre se retira de los escenarios. No bailará más, dice, y eso le dejará más tiempo, para dedicarse al cine. El próximo viernes se estrenará el filme Tot verí (Puro veneno). Es su debut como protagonista y el primer largometraje de Xavier Ribera. "Acepté el papel porque vi que no buscaban. en mí, al chico guapo, que no tenía que bailar ni salir desnudo en la ducha" dice Duato. No sólo eso: él es el malo de la película.

Tot verí es un thriller rodado en Barcelona en el que casi todo es nuevo: lo son los escenarios naturales de la ciudad -diseño posolímpico-, lo es el director y lo son tres de los actores principales- Nacho Duato, Santiago La justicia. y la modelo Montse Mostaza; Josep Maria Pou y Assumpta Serna completan el re parto. Lo es también, en parte, la narración de la historia, que se aleja del relato clásico del género y mezcla los tiempos de la acción en un ir y venir por el pasado y el presente que en más de una ocasión puede confundir al espectador. "Esa forma distinta de con tar la historia es lo que más me gustó del guión", dice Duato. "Más que en un thriller yo he pensado en una película de cinco personajes que se ven metidos en otra realidad: no creo que tenga mucho sentido hacer un filme de género a la manera clásica en la década de los noventa", explica Xavier Ribera, autor también del guión. A Duato le convenció ya de entrada la forma -física- en que recibió el guión. "Vi enseguida que se trataba de un planteamiento muy profesional, sólido, cuidado, y no me sorprendió que viniera de Barcelona. En Cataluña se trabaja mejor, más en seno, con garantías. Fue en Cataluña donde, hice ya hace. años mi primer pequeño papel en La edad difícil, en Cataluña rodé anuncios de moda y el del cava con Andie MacDowell, y siempre he quedado satisfecho", asegura. Será también en Cataluña donde Nacho Duato hará su segunda película, Expain, también con Xavier Ribera, una vez que acab el el rodaje para Televisión Española de la serie La virtud del asesino, con Sancho Gracia, guión de Patxi Andión y dirección de Robeirto Bodegas.

Despedida como bailarín

Este nuevo trabajo como actor acaba de empezar y Nacho Duato va a tener que alternarlo con las giras del Ballet Nacional -el 27 de julio actúa en el Teatre Grec y será su despedida de Barcelona como bailarín-. "A mis 39 años", dice, "no es que no me sienta en condiciones de seguir bailando, peropero quiero concentrar me al máximo en la dirección y las coreografías. Eso me dejará también más tiempo para el cine. Mi prioridad es la danza y lo seguirá siendo. El cine lo he hecho aprovechando periodos de descanso, pero dirigir, bailar y hacer cine es demasiado: hasta finales de 1997 no tendré vacaciones".Cuenta el bailarín que el cine siempre le ha atraído,"lo mismo que yo he atraído al cine", dice. Le ofrecieron papeles en Holanda, en Suecia y también en España, pero se trataba hasta la fecha poco más que de explotar su físico. "Yo no me considero un actor, pero me intereso mucho por la interpretación, porque éste es ya mi oficio. En la danza actuamos e interpretamos con el cuerpo; en el cine entran, además, el rostro y la palabra, y eso es nuevo y por tanto atractivo para mí. Ya que no esta ré en los escenarios, el cine será mi forma de seguir transmitiendo emociones. Tiene, además, otra cosa que me fascina: en el escena rio todo es efímero, real y espontáneo; en el cine todo es falso, ficción, repeticiones, montaje. Eso me gusta".

Andie McDowell le dio unos consejos: "Muévete y di tu papel con naturalidad, deja que la cámara vaya absorbiendo todas las emociones que tú transmites, pero sé siempre natural". Se siente satisfecho de cómo se ha visto en su primer papel protagonista, el de un malo de la alta burguesía con Audi y traje y corbata de Ton¡ Miró. Un tipo frío y algo inquietante. En la serie de televisión le han dado el papel del asesino, algo que le complace porque se trata del papel de un tipo complejo y de gran inteligencia, pero que no deja de sorprenderle. "No sé qué verán en mí, con esa cara angelical y de buen chico que tengo, aunque quizá, sea precisamente eso, lo que puede, esconderse tras una fachada agradable".