La Cámara vasca pide ayudas para las víctimas de la guerra sucia

Todos los partidos del Parlamento vasco, salvo Herri Batasuna (HB), acordaron ayer instar a la Administración central y la autonómica a que las víctimas de "las acciones criminales de los GAL" puedan tener acceso a las compensaciones, las ayudas y las demás medidas previstas por la ley para los afectados por el terrorismo de ETA y los GRAPO.Durante el debate, la portavoz de Eusko Alkartasuna (EA), Jasone Iraragorri, aseguró: "Yo seguiré pensado que los GAL son una organización terrorista que actuó amparada por el Estado" aunque lo niegue la Justicia. "A usted le sobran los tribunales", respondió el socialista Fernando Buesa, que le acusó de "convertirse en un juez" y criticó "la intolerancia de quienes hacen juicios públicos" sin respetar la presunción de inocencia.

La propuesta original de Izquierda Unida (IU) fue modificada, previo acuerdo de todos los partidos, hasta dar con una fórmula en la que se eliminan las referencias a que los asesinatos y las acciones de los GAL son actos terroristas.

El hecho de que la mayoría de sus acciones se cometieran en Francia y ningún tribunal haya dictado sentencias sobre ellas como delitos de una banda armada excluye a los afectados de las ayudas previstas para las víctimas del terrorismo.

La proposición no de ley aprobada ayer asume la petición del Partido Popular para que el Gobierno vasco aporte la parte de las compensaciones económicas y de prestaciones que le correspondan en función de sus competencias. "Si de verdad queremos ayudar a las víctimas, esto bastaba, y por eso la transacción se hace en los términos en que se hace", aseguró Buesa, que, sin embargo, respondió a las intervenciones de Iraragorri y del portavoz de IU, Javier Madrazo.Ninguna duda

Para estos dos diputados no queda ninguna duda, diez años después de su último asesinato, de que los GAL son una banda terrorista. "Las investigaciones no dejan lugar a dudas", declaró Madrazo; "hay 12 procesados por un presunto delito de pertenencia o colaboración con banda armada, y [José Antonio] Lasa e [José Ignacio] Zabala fueron torturados a menos de 100 kilómetros de aquí".

Irarragorri dijo que "no se ha utilizado la misma diligencia" a la hora de esclarecer las actividades de ETA y las de los GAL, pese a los esfuerzos que reconoció en los tribunales "últimamente", y apeló a la Cámara a "actuar con destreza" sin esperar resoluciones judiciales. Así, interpretó que "nadie pone en duda en este Parlamento" que los GAL eran una banda terrorista, sobre todo después de la "siniestra historia de Intxaurrondo y La Cumbre" (caso Lasa-Zabala).