Arde Ferraz
Vera y Barrionuevo pasaron una tarde estupenda con Galindo leyendo pasajes de la Conquista de México y buscando paralelismos entre la biografía del conquistador y la del general de la Guardia Civil. Uno creía que visitaban a los encarcelados para darles su apoyo y evitar que hablen, igual que en otro tiempo pagaban a Domínguez y a Amedo o agasajaban a Planchuelo y Cía. Pero no: se reúnen para dramatizar seminarios de historia en los que se atribuyen los papeles de Hernán Cortés, Napoleón o Cleopatra.Entretanto, en Navarra salta en pedazos el Gobierno porque a Javier Otano y señora, un matrimonio del PSOE de toda la vida, les han pillado con las manos en la masa. Y a Perote le descubren dos móviles transgénicos con los que se comunicaba con Hernán Cortés antes de declarar. Este trasto es muy fácil de introducir en prisión cuando está en fase de larva, disfrazado de lombriz intestinal. Una vez dentro, completa la metamorfosis en tres o cuatro días, lo que explica que no fueran detectados por los funcionarios de prisiones pese al minucioso registro a que fue sometido el espía del Cesid. Quízá esconda aún en sus regiones capilares algunos huevecillos con los que podría disponer enseguida de miles de estos aparatos. Se reproducen como los cheques con los que Colorado pagaba el colegio de sus hijos. El PSOE está que arde.
Mientras arde, Vera y Barrionuevo piden un vis-á-vis con Galindo y juegan, totalmente ajenos al incendio, a los personajes históricos. Uno no sabe cómo funciona ahora la psiquiatría, pero en tiempos de López Ibor, cuando alguien se creía que era Napoleón, lo metían en el manicomio. Lo más importante, en cualquier caso, es que descubran ya mismo al loco que se ha creído que es Nerón y está incendiando Ferraz por los cuatro costados. ¿O son todos?
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