Disney recorta sus proyectos con grandes actores para primar los dibujos animados

En los estudios Walt Disney han cogido la novela de Víctor Hugo, El jorobado de Notre Dame y le han convertido en un musical animado con final feliz, cuyo estreno mundial se realizó el miércoles por la noche en Nueva Orleans (Estados Unidos) ante 65.000 espectadores en un estadio cubierto. La proyección había sido precedida de un gran desfile callejero con 14 carrozas y un espectáculo musical que conformaron un despliegue abrumador. Junto a Aladino, El jorobado de Notre Dame es la mejor película de Disney de los últimos 10 años, según críticos de renombre.

Este nuevo lanzamiento se considera especialmente importante precisamente cuando Disney acaba de anunciar su intención de dedicarse de forma casi exclusiva al cine de dibujos animados, en vista de los problemas que le han acarreado en taquilla algunos filmes protagonizados por rutilantes estrellas como Sharon Stone o Winona Ryder.,

El jorobado de Notre Dame es el 34º largometraje animado de una empresa que se fundó en 1923 en Burbank (California) y cuya producción cinematográfica, pese a venderse por sí sola, ha de soportar periódicamente el acoso, a veces justificado, de críticos, observadores e intérpretes de su mensaje.

En el caso de El jorobado, Disney ha. sabido cubrir todos los flancos como nunca, evitando la blandeguería excesiva y proponiendo un argumento de acción, dramático y pasional, que no gustará a muchos niños.

Se sabe que la máxima aspiración de Disney es ganar el Oscar a la mejor película, y, en 1991, La bella y la bestia estuvo a las puertas de conseguirlo. Visualmente delirante, El jorobado tiene un mensaje similar de "lo que importa es lo que uno lleva dentro", pero menos cursi, y es un filme netamente superior.

En 1995, el estudio compró la cadena ABC para convertirse en la mayor compañía mundial de entretenimiento, y cerró el año con unos ingresos netos de 1.380 millones de dólares. Pero según una información publicada en el, The New York Times, sus películas de acción real le han hecho perder 200 millones de dólares entre 1992 y 1994.

Grandes beneficios

Desde comienzos de esta década, Disney viene estrenando una película de animación al año en un ciclo imparable de beneficios. El rey león (1994) ha recaudado 750 millones de dólares en todo el mundo. Pocahontas, el año pasado, fue un fracaso relativo quizá porque se la tomaron demasiado en serio. El presidente de la división de animación de Disney, Peter Sclineider, dijo el martes en una rueda de prensa que "nunca miramos a las críticas o a lo que gana una película para decidir qué vamos a hacer después. Es tamos en una rueda que es imposible parar. El año que viene saldrá Hércules, sea cual sea el resultado de ésta". El jorobado de Notre Dame se estrena hoy en salas comerciales de Estados Unidos y en las próximas navidades en España.

El evento de Pocahontas se produce junto un año después del estreno de Pocahontas en el Central Park de Nueva York, y es parte de una nueva estrategia de la casa que consiste en realizar grandes premières en lugares más, o menos relacionados con los temas de las películas.

Además, justo la semana pasada se había reunido en esa ciudad la llamada Convención Baptista del Sur, una denominación religiosa que acoge a unos 16 millones de personas, y en su encuentro denunciaron a Disney y pidieron un boicot, puesto que la empresa reconoce a las parejas homosexuales en la aplicación de los beneficios sanitarios. Los baptistas creen que para Disney "promover la homosexualidad es más importante que su compromiso histórico con los valores familiares". Disney contestó en un comunicado: "Ponemos en cuestión a cualquier grupo que solicite que se prive a la gente de beneficios sanitarios". La plana mayor de la compañía, encabezada por Michael Eisner y Michael Ovitz, que son los dos números uno de la industria del entretenimiento en Estados Unidos, no tuvo reparo en desfilar en carroza saludando al respetable durante la impresionante cabalgata que precedió a la proyección del filme.

La intención original era hacer todo esto en París, obviamente a las puertas de la catedral de Notre Dame. Cuando la propuesta se hizo inviable se pensó en Nueva Orleans como la otra gran capital mundial con aroma francés. La antigua capital del Estado de Luisiana apenas conserva actualmente huellas de su pasado español.

Pero a la première, en la que se repartieron cientos de pases de prensa, no acudió ningún periodista francés. El rumor, no confirmado por Disney, es que los corresponsales de ese país en Estados Unidos acordaron no promover esta versión trivializada de su clásico literario.

Al término de la novela de Víctor Hugo, publicada en 1831, Quasimodo y la gitana Esmeralda fallecen al caer de la torre de la catedral. A nadie sorprenderá saber que en la película de Disney las cosas no acaban así. En otra escena se ve las estatuas del templo chasqueando los dedos a ritmo de rock.

El jorobado de Notre Dame se ha llevado al cine en varias ocasiones, y las encarnaciones más famosas de Quasimodo son las de Lon Chaney Jr. y Charles Laughton.