Una clínica vasca se especializa en la reducción de embriones en gestaciones artificiales múltiples
Desde 1991, el equipo de ginecólogos de la Clínica Euskalduna, de carácter privado, practica en Bilbao la reducción embrionaria (técnica de eliminación de embriones fecundados en los embarazos múltiples). "La reducción embrionaria no es un aborto", aclara tajantemente José Gurrea, especialista en esta nueva técnica, "sino el intento de incrementar las posibilidades de supervivencia de unos embriones suprimiendo otros, cuando el pronóstico global es muy incierto".Gurrea recomienda la centralización de toda la experiencia e información acerca de este tipo de intervención en un equipo a nivel nacional porque "sólo la experiencia puede reducir las tasas de pérdidas fetales que se registran".
José Gurrea ha expuesto recientemente sus conclusiones sobre la aplicación de esta nueva práctica en embarazos triples en la reunión anual de la Sociedad Vasca de Contracepción celebrada en San Sebastián. La reducción embrionaria se ha convertido en una indicación clínica mundialmente aceptada en gestaciones cuádruples o superiores, pero suscita aún controversia cuando se trata de embarazos triples.
Los embarazos múltiples, que registran unos porcentajes mínimos cuando se producen de forma espontánea, han dejado de ser una anécdota debido a las modernas técnicas de reproducción. La sóla posibilidad de caer en este tipo de embarazos desanima a muchas mujeres con problemas de esterilidad a someterse a técnicas de fecundación artificial para ser madres.
"La gestación múltiple es una patología derivada de la fecundación asistida", señala Gurrea. La fecundación in vitro produce un porcentaje del 30% de embarazos pluriembrionarios, en su mayoría gemelares, y la incidencia es todavía mayor en los casos de la inseminación artificial.
Riesgo materno y fetal
El ginecólogo biIbaíno incide en los graves riesgos que provocan los embarazos triples, no sólo para la madre, sino también para el feto. Abortos espontáneos, atonía uterina, hipertensión, hemorragias cerebrales y daño neurológico permanente son algunos de los peligros que enumera Gurrea sobre esta circunstancia. "El riesgo se multiplica en los casos de cuatrillizos y quintillizos", añade.Junto a graves cuadros clínicos, Gurrea destaca los costes emocionales, físicos y económicos de los embarazos múltiples, por este orden de importancia.
"La madre no puede atender a los tres hijos de su alma al mismo tiempo y eso acumula un sentimiento de frustración y culpa impresionante que lleva a un tercio de las madres de trillizos a precisar tratamiento antidepresivo a los dos años del nacimiento de los hijos", asegura el ginecólogo.
La clínica Euskalduna ha realizado desde 1994 un total de ocho reducciones embrionarias, derivadas en algunos casos de la Sanidad pública vasca Osakidetza, como fue el caso de la última operación, practicada sobre un embarazo de octillizos. La pérdida fetal (aborto) es el mayor riesgo de la intervención encaminada a la reducción embrionaria y en esta clínica privada bilbaína esta consecuencia negativa alcanza un porcentaje del 25%.
Como contraste, un estudio mundial realizado en 1994 sobre 1.000 casos de reducción embrionaria establece índices de pérdida fetal de entre el 11% y el 35%.
"La pérdida fetal se produce por la inexperiencia de los equipos y aumenta cuanto mayor es la eliminación de embriones", apunta José Gurrea, que propone como solución la centralización de esta práctica en un único equipo de especialistas. "El aborto en estas parejas con largos años de esterilidad es un drama y pueden no tener una segunda oportunidad".
Consciente de los riesgos y la polémica, Gurrea apunta "la sobrecarga emocional y física de la madre" como factor clave frente a la indicación clínica. El riesgo de aborto en embarazos triples es alto, pero yo considero el factor social determinante en este dilema".
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