Siria busca un frente árabe contra Netanyahu

Damasco era ayer plataforma de una vigorosa campaña de unificación árabe tras el advenimiento de la derecha en Israel, cuyo programa, revelado parcialmente por la prensa israelí, bien puede leerse como un. posible epitafio para el proceso de paz en Oriente Próximo. El presidente sirio, Hafez el Asad, sostuvo consultas a puerta cerrada con su homólogo egipcio, Hosni Mubarak, y el príncipe heredero Abdulá de Arabia Saudí. La cita inaugura una nueva búsqueda de coordinación árabe para lidiar con un Israel bajo el mando de Benjamín Netanyahu, el líder del Likud que dice no a todas las demandas de sus vecinos.Asad, que según fuentes diplomáticas está proponiendo la celebración de una gran cumbre árabe una vez que Netanyahu tome el poder a mediados de mes, cree que al paso que van las cosas quedará demostrada su teoría de que es imposible confiar en Israel.

Con su habitual rapidez de reflejos, la prensa oficial siria respondió a la ingenua propuesta de Netanyahu de seguir hablando de paz, pero siempre bajo la premisa de que Israel no acepta la fórmula "territorios a cambio de paz" y que jamás devolverá los altos del Golán capturados en 1967. "Los extremistas israelíes tienen que entender que lo que promueven como 'paz a cambio de sólo paz' son llamamientos huecos y sin sentido que ningún árabe puede aceptar", decía ayer el diario Al Zaura. "La paz se conseguirá mediante la recuperación de todos los territorios árabes o no habrá paz".

Incluso el Departamento de Estado norteamericano parece estar sorprendido por la aparente falta de percepción que está demostrando Netanyahu ante la inmutable postura de Siria. Según el diario israelí The Jerusalem Post, Washington está convencido de que Israel no puede esperar que continúe el proceso de paz en la zona si no está dispuesto a dar una "dimensión territorial" a cualquier negociación futura. "No creo que sea una manera de continuar el proceso o siquiera iniciarlo el que Netanyahu de pronto salga y diga que no habrá concesiones territoriales", declara una alta fuente norteamericana al Post.

Netanyahu declaró el jueves que Israel se va a quedar con todo el Golán pero que quisiera dar pasos para "construir la confianza" entre los dos países con miras a un eventual tratado de paz. Una paz sin devolver el Golán. "Si las consignas de 'paz a cambio de paz', 'paz pragmática' y 'lo primero es la seguridad de Israel' van a ser sustentados a expensas de la seguridad nacional árabe, entonces no hay nada que Siria pueda ofrecer ya que no tiene nada que ver con ese tipo de paz", proclama Al Zaura. "Todos los árabes deben aglutinarse en tomo a la cumbre de Damasco porque ésta es la chispa de esperanza en esta oscura noche árabe".

La cita de Damasco es la más reciente manifestación de preocupación árabe tras la ajustada victoria electoral de Netanyahu. Egipto, Jordania y el Gobierno palestino decidieron el miércoles adoptar un compás de espera hasta que Netanyahu asuma el poder, deje de hablar y actúe.

La precaución resulta muy bienintencionada a la luz del programa político de Netanyahu, cuyo borrador cayó en manos del diario Maariv y la radio israelí. Netanyahu está resuelto a ampliar los asentamientos judíos en tierras palestinas, a oponerse a la creación de un Estado palestino y a cualquier ambición sobre Jerusalén, y a no devolver el Golán.