Llamada a las tiendas británicas para que eviten la explotación de la mano de obra del Tercer Mundo
La etiqueta "Made in India", "Made in Filipinas" o "Made in China", que ostentan muchas de las prendas de ropa que se venden en los grandes almacenes de los países occidentales, tiene, a menudo, un amargo significado. Millones de personas, especialmente mujeres y niños, en los países en vías de desarrollo, desde la India a Guatemala, pasando por Pakistán o Chile, están condenadas a aceptar durísimas condiciones de trabajo para poder sobrevivir. En un intento de romper este círculo vicioso causado por una cada vez más competitiva economía global, Oxfam, una de las más importantes organizaciones caritativas del Reino Unido, hizo ayer un llamamiento a las grandes cadenas de almacenes para que controlen no sólo los precios de la ropa que venden, sino las condiciones en las que han sido fabricadas.Investigaciones realizadas en los países del Tercer Mundo muestran un trasfondo de abusos y explotación laboral de una mano de obra sin sindicatos ni opción de cambio. Jornadas laborales interminables, malas condiciones higiénicas asociadas a trastornos graves de salud, bajos salarios y el eterno temor al despido fulminante son moneda corriente en muchas de las empresas que suministran prendas de confección a los más reputados escaparates de Occidente.
Oxfam pretende que las cinco principales cadenas de almacenes en el Reino Unido -Marks& Spencer, Sears, C&A, Burtons y Next- se comprometan a aceptar una responsabilidad compartida "por las condiciones sociales y de trabajo bajo las que se realizan los productos que ponen a la venta". Los directivos de Oxfam consideran que el consumidor posee la última palabra y su capacidad de exigir que un producto haya sido fabricado al amparo de una legislación humana y racional, es mayor de lo que puede parecer.
No obstante, Oxfam no es partidaria de una campaña de boicoteos o denuncia abierta de las firmas que violen los derechos humanos laborales, ya que podría traducirse en cierres masivos; de empresas en el Tercer Mundo con resultados aún peores para sus trabajadores.
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