Destitución fulminante del general Galindo

El Gobierno de José María Aznar no esperó a que pasaran 24 horas desde el ingreso en prisión del general Enrique Rodríguez Galindo para destituirlo como asesor del director de la Guardia Civil. Aunque el nuevo titular de Interior, Jaime Mayor Oreja, dijo el jueves en TVE que se decidiría "en las próximas semanas", el relevo se produjo ayer mismo, en el primer Consejo de Ministros tras el encarcelamiento. Se encargó de anunciarlo el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez. El anterior ministro, el socialista Juan Alberto Belloch, lo considera el primer error de Mayor Oreja.

Rodríguez Galindo ha perdido el puesto de asesor que en septiembre del año pasado, tres meses después de su ascenso al generalato, le dio el anterior director de la Guardia Civil, el socialista Ferran Cardenal. Galindo queda en situación de disponible.El nuevo director del instituto armado, Santiago López Valdivielso, optó inicialmente por mantener al general en el cargo mientras se aclaraba su implicación en los sumarios del caso GAL. Pero el jueves, nada más enterarse en París del ingreso de Galindo en prisión por su implicación en el secuestro y asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, anunció que pediría al ministro del Interior su destitución en el puesto. Mayor Oreja atendió ayer mismo la petición del jefe directo de Galindo.

El Gobierno no estaba legalmente obligado a tomar ninguna decisión por ahora, según fuentes jurídicas. No obstante, de tomar alguna medida, el cese de su actividad como asesor era la menos perjudicial para Galindo.

Aunque López Valdivielso insinuó en París que el general podría ser suspendido de funciones, lo que le supondría una merma sustancial de su retribución, fuentes del Ministerio de Defensa, al que correspondería incoar el expediente, indicaron ayer que no se ha tomado ninguna decisión al respecto. La situación de disponible en la que queda Galindo le permitirá seguir cobrando casi lo mismo que hasta hora los próximos seis meses.

El ex ministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch criticó la destitución de Galindo con gran dureza. El hoy diputado socialista dijo que él "en ningún caso" habría tomado esa medida, que consideró la primera equivocación de Jaime Mayor Oreja". Argumentó que debió haber esperado "por lo menos a que se resolvieran los recursos correspondientes en la Audiencia Nacional", pues la decisión del juez "no significa más que una imputación". "No es más que un juicio provisorio y se mantiene intacta la presunción de inocencia".

Belloch aseguró confiar en que el magistrado Javier Gómez de Liaño haya acertado mandando a la cárcel a Galindo, "porque si realmente se ha equivocado, si ha. actuado de un modo que no se ratifica, las consecuencias de esos actos deberá asumirlas con plena responsabilidad. El político, magistrado en excedencia, se preguntó por qué si se supone que los GAL eran un fenómeno unitario y se piden responsabilidades políticas por ello, no se agrupan todos los sumarios y se remiten al Supremo.

Las declaraciones de Belloch fueron contestadas con similar contundencia por Mayor Oreja. El ministro del Interior dijo en Barcelona que los miembros del anterior Gobierno lo mejor que pueden hacer es estar callados", ya que "no tienen fuerza moral" para criticar un relevo "que soy el primero en lamentar".

Mayor calificó la reacción de Belloch de "precipitada, imprudente y frívola", y añadió que el nombramiento de Galindo como asesor, realizado por el anterior Gobierno, fue "de dudosa legalidad". Se refería a que no fue firmado por el ministro o por la entonces secretaria de Estado, Margarita Robles, sino por el subsecretario, Luis Herrero.

El ministro, que visitó la casa cuartel de la Guardia Civil en Sant Andreu de La Barca (Barcelona), expresó su "máximo" apoyo al instituto armado y animó a los agentes a seguir trabajando desde "la el rigor y la disciplina".

Llamadas de solidaridad

Fuentes de la Dirección de la Guardia Civil informaron que han recibido numerosas llamadas de solidaridad con el general. El coronel José Manuel Villa, portavoz de la Guardia Civil, difundió a través del diario Abc una carta en la que asegura que "cumplir escrupulosamente con su deber, teniendo fe ciega en el mando como corresponde a un buen soldado, y servir, como mejor sabía, a España ha sido siempre la constante" de Galindo, a quien ahora se está enjuiciando "con una perspectiva distorsionada por los cerca de 10 o 12 años transcurridos".El antiguo jefe del cuartel de Intxaurrondo pasó ayer su primer día en la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid). Al estar incomunicado, no se le permite recibir visitas ni relacionarse con otros reclusos, entre los que se encuentran el teniente Pedro Gómez Nieto, antiguo subordinado suyo, y el coronel Juan Alberto Perote, quien habría suministrado los documentos del Cesid que han puesto entre rejas a los dos anteriores.

Galindo fue sometido a un reconocimiento médico al ingresar en prisión, el jueves por la tarde. Ayer se sometió a un examen exhaustivo. Se encuentra en perfecto estado de salud.