Cristina Sánchez: "He puesto un broche de oro a mi carrera"
Cristina Sánchez, radiante de felicidad después del festejo, en el que se despidió de novillero -en masculino, como ella quiere que la llamen- pues tomará la alternativa el sábado por la mañana en Nimes (Francia), manifestaba: "Estoy muy contenta. Creo que he puesto un broche de oro a mi carrera de novillero".Cristina Sánchez, que cortó la oreja de su segundo novillo, protestado por flojo, explicaba por qué lo había brindado al público. "Aunque la gente estaba en desacuerdo, era mi obligación brindar el último novillo que iba a matar en mi vida". El novillo, según Cristina, era "bueno, ya con el capote se ha visto. Luego le ha faltado fuerza, pero yo sabía que podía recuperarlo. Creo que le he hecho una faena importante, consintiéndolo mucho, por el pitón izquierdo, sobre todo. Pero lo mejor es que he puesto de acuerdo a todo el mundo".
Su primer novillo "tenía calidad pero le faltaba chispa, y en Madrid las faenas con este tipo de toros no llegan al tendido".
Mientras Cristina Sánchez triunfaba en el ruedo, el picador Diego Aparicio El Turuta, derribado por el cuarto novillo, ingresaba en una clínica para serle practicado un estudio radiológico. El Turuta, según el médico que le atendió en la plaza, Máximo García Padrós, sufrió contusión en el pie y rodilla izquierdos, de pronóstico reservado.
Muela, brazo, menisco
Antes que el picador, había ingresado en la enfermería Rafaelillo. Según el parte médico padecía una herida leve por asta en la región maxilar derecha, con pérdida de una muela -"Y otra que me tienen que arrancar", declaró el novillero terminada la corrida- y con erosiones y contusiones múltiples.Después de El Turuta entró en la enfermería Manolo Amador, que tenía una herida incisa leve de cinco centímetros de extensión en el tercio inferior de la cara externa del brazo derecho. Amador comentaba después del festejo que la herida se la había causado una banderilla al dar un pase de pecho. "Estoy bastante molesto", afirmaba, "porque llevo el brazo abierto, llega a verse hasta el hueso. Pero también estoy feliz porque he podido matar al novillo". Éste, dice Amador, "era templadito, pero se quedaba un poquito corto y era muy difícil la ligazón, pegarle dos pases seguidos". El primer novillo, según el torero, "era muy descastado, muy manso. Creo que he estado bien con él".
A Rafaelillo, más que la boca le dolía "no haber tenido suerte con los novillos". El tercero, asegura Rafaelillo "metía bien la cara, pero cabeceaba mucho. Era imposible sacar pases limpios y por eso ha habido enganchones en la faena". El otro fue "muy malo, un novillo imposible".
Por otra parte, el torero Fernando Cámara, herido el lunes en Las Ventas, será operado mañana en Madrid de rotura de menisco en la rodilla derecha.
Babelia
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