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Detenido por corrupción un abogado de Fininvest

Escena insólita ayer en la cárcel milanesa de San Vittore. Poco después de las 10.00 horas, Giovanni Acampora, de 51 años, abogado, hablaba con Alfredo Zucotti, uno de los ejecutivos de Fininvest detenidos, el pasado miércoles en relación con la falsificación de los balances del grupo de Silvio Berlusconi. Otros abogados de la misma empresa esperan en la sala el comienzo de los interrogatorios de, sus respectivos clientes. Aparecen tres policías y enseñan un papel a Acampora. El abogado extiende los brazos, se despide del cliente y de los colegas, y sale detenido por presunta corrupción de jueces.El incidente, que ha enervado los ánimos ya calientes del líder del Polo de la Libertad y sus empleados en tomo a las últimas noticias judiciales, está asociado con una investigación de los mismos magistrados de Milán que implica a Berlusconi bajo otro aspecto. Acampora es sospechoso de haber participado en un episodio de corrupción especialmente grave, ya que los fiscales dicen haber detectado el paso por sus manos de un soborno de 67.000 millones de liras (cerca de 5.500 millones de pesetas).

Cómplice del abogado en este caso, según fuentes no oficiales, es Cesare Previti, ex ministro de Defensa de Berlusconi y también abogado de Fininvest, que no ha sido detenido porque goza del, fuero de diputado. Pero Previti está ya implicado en otros pagos millonarios a jueces romanos por cuenta del grupo empresarial del líder del Polo. Berlusconi mismo se encuentra investigado por esas hipótesis, suficientemente fundadas, según los jueces, como para que Renato Squillante, presidente de los jueces de instrucción de Roma, haya permanecido más de un mes bajo arresto.

Responsabilidades

También estaba detenido en relación con este caso otro abogado de Roma, Attilio Pacifico, que ayer fue trasladado a Milán por responsabilidades en el nuevo escándalo.Según la orden de detención de Pacifico, los 67.000 millones de liras fueron pagados a comienzos de esta década por la familia del petrolero Nino Rovelli, a fin de obtener en apelación sentencia favorable a la reclamación de un billón de liras que se ha estado tramitando durante 12 años contra -el Istituto Mobiliare Italiano (IMI), un banco público. La sentencia favorable llegó en 1994 y fue posteriormente ratificada por el Supremo.

Los fiscales de Milán especifican que 18.000 de los 67.000 millones pagados transitaron por una cuenta suiza, indicada por Previti; otros 15.000 millones, por una cueanta indicada por Acampora, y los 35.000 millones restantes, por la cuenta que indicó Pacífico.

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