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CONSEJO DE MINISTROS

Aznar niega que exista un pacto secreto con los socialistas para enterrar el 'caso GAL'

Luis R. Aizpeolea

José María Aznar negó ayer que exista un pacto secreto con el PSOE para enterrar el caso GAL. El presidente del Gobierno salió a apagar algunos fuegos de sus primeros días de mandato. En tono desenvuelto, lanzó un mensaje de tranquilidad a la opinión pública y a los mercados: aseguró que su Gobierno mantendrá las prestaciones sociales, se esforzará por cumplir con Maastricht y culminará el anunciado el recorte presupuestarlo de 200.000 millones. Aznar calificó de "delicada" la situación de las cuentas públicas y desmintió el fracaso de un gran acuerdo con los sindicatos, ya que su único objetivo era iniciar el diálogo social. El Consejo de Ministros nombró a 61 altos cargos, 17 de ellos delegados del Gobierno en las comunidades autónomas, y destituyó al general Emilio Alonso Manglano, ex jefe del Cesid, como asesor del Ministerio de Defensa.

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El presidente decidió el jueves por la tarde comparecer tras el Consejo de Ministros. Es la primera vez que lo hace al término de una reunión ordinaria del Gobierno. Según comentó al inicio de su comparecencia, su objetivo era hacer un balance de sus 12 días de gobierno, ya que se ha producido "un número suficiente de circunstancias". Se comprometió a "una serie periódica de comparecencias" en aras de la transparencia y confirmó que el Miércoles se estrenará en las sesiones de control parlamentario del Gobierno. El jefe del Ejecutivo enmarcó esta actitud en lo que denominó un "nuevo estilo de gobierno".Aznar dejó claro que quería cumplir su compromiso electoral de "pasar página", y con ello argumentó la negativa del PP a apoyar la creación de una comisión del Congreso sobre los GAL, propiciada por Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya con el apoyo de dos de los aliados del Gobierno, el PNV y Coalición Canaria. Calificó de "fantasmagórico" pensar que ha habido un acuerdo secreto con los socialistas para enterrar el caso GAL.

Aznar fue contundente en su explicación: "El día que un Gobierno, desde el Gobierno, tenga a tentación de investigar a un Gobierno que ahora está en la oposición se habrá entrado en un sendero peligroso para la democracia porque se habría subvertido lo que significa el orden lógico de la convivencia en un sistema democrático"

'Encuentros históricos"

Aznar expresó su satisfacción por el traspaso de poderes y no pudo evitar la calificación de encuentros históricos" al referirse a los acuerdos de investidura con los nacionalistas. Comentó la eliminación de la crispación política y concluyó que "ha ganado la democracia".El líder del PP volvió sobre las a conocidas líneas de su primer maensaje de gobierno: modernización del Estado, medidas para aumentar el empleo y el crecimiento económico y política de bienestar social.

En el capítulo de la modernización del Estado destacó la pretensión del Gobierno de "dar ejemplo de austeridad" con la supresión de altos cargos. Mantuvo el rebatido dato de que la primera poda ha alcanzado al 33% de los altos cargos (de directores generales para arriba, todos nombrados por el Consejo de Ministros), que "luego bajará en cascada", pero puso el acento en el carácter de ejemplaridad de la medida en pos de la austeridad. Aprovechó para hacer un llamamiento a las autonomías para que "tomen nota".

No fue explícito en el recorte presupuestario. Se comprometió a mantener la cifra anunciada de 200.000 millones, pero siguió sin aclarar cómo le saldrán los números. De este modo salió al paso de las declaraciones del director de la Oficina Presupuestaria, el independiente José Barea, que apuntó la necesidad de ampliar el recorte e incluso puso en duda la continuidad de las prestaciones sociales.

Aznar pidió tiempo hasta el 1 de junio, que es el plazo que ha fijado a sus ministros para que presenten las cifras del recorte. No obstante, matizó que los recortes no han sido tales, sino "un enorme esfuerzo de no disponibilidad presupuestaria" para afrontar la reducción del déficit público. Y dejó claro que ello no afectará a las prestaciones sociales.

Adelantó que el Gobierno tomará medidas activas contra el fraude fiscal, así como de ayuda a las pequeñas y medianas empresas (pymes). Insistió, una y otra vez, en que el objetivo final era cumplir con los deberes de Maastricht y que España pueda incorporarse a la tercera fase de la moneda única. De este modo salió al paso de los comentarios de algunos de sus colaboradores, como el ministro de Exteriores, Abel Matutes, y el de Economía, Rodrigo Rato, que plantearon la posibilidad de "parar el reloj de Maastricht".

Expresó también una valoración del diálogo social. Desmintió la calificación de fracaso respecto al encuentro que el miércoles mantuvo con los líderes de UGT, Cándido Méndez, y de CC OO, Antonio Gutiérrez. "Nadie ha planteado la realización de un gran acuerdo, sino el inicio de un diálogo social", dijo.

A renglón seguido pidió responsabilidad a los representantes empresariales y sindicales para llegar a acuerdos sobre empleo. Antes de su intervención, el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Angel Rodríguez dio a conocer un informe del ministro de Trabajo, Javier Arenas, en el que se afirma que los representantes empresariales coinciden en 40 de las 67 propuestas sindicales.

Aznar dio un espaldarazo al gobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo, del que dijo que contaba con su plena confianza.

Gestos para Pujol

El jefe del Ejecutivo anunció que hoy se entrevistará con Jordi Pujol, al que lanzó un par de guiños: garantizó que cumplirá con su compromiso de corresponsabilidad fiscal y adelantó que los nombramientos de gobernadores civiles se harán de acuerdo con el proyecto de reforma de la Administración periférica, que próximamente enviará el Gobierno a las Cortes. Anunció que en los próximos días se entrevistará con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, así como con la Unión del Pueblo Navarro (UPN), para afrontar el conflicto que este partido, vinculado al PP, mantiene contra el acuerdo vasco-navarro.También anunció que su primer viaje será a Rabat, los días 27 y 28 de mayo. Posteriormente se desplazará a París.

Tras la rueda de prensa, Aznar y su esposa, Ana Botella, recibieron a los escritores y académicos Julián Marías y Pedro Laín Entralgo, a quienes invitaron a almorzar.

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