Clara Obligado recrea en clave de humor el amor y la política

Clara Obligado (Buenos Aires, 1950) impartía uno de sus cursos de escritura creativa cuando dio con los personajes de La hija de Marx. Durante cinco años ha trabajado en una novela histórica y erótica en la que se mezclan personajes reales, de ficción y literarios. "La vida puede ser una tragedia o una comedia y yo he elegido la comedia", aseguró ayer poco antes de la presentación de la obra con la que ha ganado el premio Femenino Lumen 1996 dotado con un millón de pesetas.La hija de Marx es una crónica sobre los destinos de tres mujeres -una exiliada rusa, una supuesta hija de Marx y una joven aviadora- que viven toda suerte de experiencias sexuales y política al ritmo de la revolución y al límite de la moral convencional.

Luis Landero, que presentó la obra con Esther Tusquets, alabó el refinamiento con que está construida La hija de Marx. "El refinamiento alcanza también al estilo y al ambiente aristocrático que empaña toda la novela. La industria, el mobilario, la comida crean una escenografía donde queda claro que la autora ama las formas y el lenguaje", aseguró el escritor. Landero destacó también el doble erotismo que coritiene la obra. "Por un lado, es un libro que no tiene pudibundez y, por otro, está lo que se dice callando".