La titular de Asuntos Sociales antepone la integración a la defensa de la familia

El PP en la oposición ha defendido ardientemente la necesidad de proteger a la familia y fomentar la natalidad. La nueva secretaria general de Asuntos Sociales Amalia Gómez, sin embargo, dice estar más preocupada por otros asuntos, como la reinserción social de los jóvenes reclusos, los problemas de la madre soltera, los de la mujer rural, los de los ancianos y discapacitados... Por la integración social en general.

Entre las prioridades de Amalia Gómez Gómez, que ayer tomó posesión de su cargo, tampoco parece estar la de llevar a término el proyecto de ley de parejas de hecho que el anterior equipo socialista dejó pendiente. "A mí me interesan más otras cosas, como, por ejemplo, la situación de las mujeres separadas que no perciben la pensión o la de los menores que al alcanzar la mayoría de edad pasan de una situación de tutela a quedarse en la calle", decía ayer Amalia Gómez, hasta ayer diputada andaluza y vicepresidenta de la Comisión del Plan de igualdad de la Mujer.Respecto a la familia, Gómez habla de su importancia como núcleo básico de la vida social y añade: "Pero a mí me preocupa tanto como los demás temas . Creo que hay que impulsar su estabilidad, pero las familias que más sufren Son las que menos tienen; ésas son las que me preocupan, las familias desestructuradas , con hijos en paro, con hijos discapacitados, las que están en riesgo".

En el nuevo organigrama del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Amalia Gómez es la responsable la secretaría general de Asuntos Sociales -con rango de subsecretaría-, a cuyo cargo queda la Dirección General de Acción Social, del Menor y de la Infancia y los tres institutos -de la Mujer, de la Juventud y de Inserción Social (Inserso)-. El recelo socialista a la tendencia conservadora de supeditar la gestión de los temas de mujer a los de familia quedó ayer totalmente despejado. "No, eso no va a ocurrir", dijo Amalia Gómez. "Yo me confieso feminista. He luchado, tengo 52 años y si no creyera en ello no estaría aquí".

Amalia Gómez rechaza la discriminación positiva y las cuotas -"la nueva discriminación subliminal", las llama-, pero dice que tampoco es beligerante sobre ello. "Creo que lo de las cuotas es una reducción del problema de la desigualdad a la participación política y a los puestos más lucidos. Creo en la lucha de abajo a arriba. Me preocupa más la discriminación laboral y salarial de la mujer, los malos tratos o la integración de las inmigrantes".

La nueva titular de Asuntos Sociales, a la que precede en el cargo la ministra socialista Cristina Alberdi, habló también ayer de la importancia de la colaboración de las organizaciones no gubernamentales -"sin ellas este departamento es papel mojado"- y de su intención de mantener un estrecho diálogo con las comunidades autónomas, dado que la mayor parte de las competencias están transferidas. "Me gustaría no duplicar esfuerzos, mejorar la gestión e involucrar a las obras sociales de entidades como las cajas de ahorro" dijo Gómez.

Respecto a los mayores manifestó su intención de diversificar la oferta de ocio y de estudiar la posibilidad de impulsar una ley de defensa del mayor. Sobre los discapacitados señaló que hay que forzar el cumplimiento de la reserva de cupo en la oferta pública de empleo y sobre los jóvenes aseguró estar interesada en la sustitución de penas por la de cursos de formación.

Asuntos Sociales es el departamento que distribuye las subvenciones, entre otras, del 0,5% del IRPF. En referencia a este asunto, Amalia Gómez dijo: "Quiero que la política de subvenciones sea racional, equilibrada y solidaria. Lo que no quiero es que haya agravios, cometer errores y no ser transparente. Y esto no es una crítica a la anterior gestión".

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Javier Arenas, advirtió ayer de que la supresión de este departamento como ministerio responde a la política de reducir la administración y "no debe interpretarse como que haya menosprecio por los Asuntos Sociales".