El ordenador se impone en la formación permanente

La informática fue la gran protagonista del Salón Internacional del Material Didáctico de Basilea, celebrado los días 8 al 11 pasado, y que en esta edición dedicó un lugar destacado a la formación profesional y el perfeccionamiento continuado dentro y fuera de la empresa.Y es que los organizadores del salón parten del hecho de que la educación clásica del sector público "sólo" puede sentar las bases de una futura cualificación social y profesional, por lo que la formación profesional y el perfeccionamiento continuado se van a convertir en un factor estratégico. Es precisamente en estos campos donde las tecnologías de la comunicación con cada vez más utilizadas y se han hecho indispensables.

"Los programas informáticos presentan una ventaja para la transmisión de los contenidos de la enseñanza, ya que se sirven del texto, de la imagen y del sonido y solicitan la receptividad del usuario a diferentes niveles al mismo tiempo", señalan los organizadores.

Teleaprendizaje

La gama de productos que comprende el concepto de Computer Based Training (CBT) o la formación informatizada es inmensa. 59 empresas de Alemania, Finlandia, Israel, Suiza, Estados Unidos o España propusieron en Basilea sistemas de teleaprendizaje, redes pedagógicas, aplicaciones individuales de materiales o creaciones específicas de programas multimedia para las empresas y las aplicaciones de sofware en la formación profesional.Las preguntas que ha tratado de suscitar esta edición del salón giraron en torno a si la educación debe orientarse hacia el saber hacer o hacia el saber ser, hacia la práctica o la teoría. La competitividad que impone el proceso de mundialización de la economía al mundo del trabajo no se puede ignorar. El profesor de Física Matemática de Zúrich Konrad Osterwalder reta a los economistas que propugnan una formación y una educación que responda a los criterios de la economía de mercado. "Los objetivos de una escuela superior son muy variados y heterogéneos y no existe prácticamente para ninguno de ellos una escala fija sobre cuya base sea posible calcular el rendimiento a corto plazo".

En Basilea también tiene cabida el sistema educativo tradicional además de la formación o perfeccionamiento en la industria, el comercio o el sector terciario. El objetivo de estar en Basilea es "conocer la opinión de la gente que tiene que trabajar con estos objetos. Si les gusta o no les gusta; si son eficaces o no. Esto ayuda para el desarrollo de otros productos", dice Rob van de Mosselaer, de Toyland. Pero sobre todo, es una puerta que se abre a nuevos mercados.