Bustos

En las fiestas de La Croisette, el paseo marítimo de Cannes, la belleza a veces se funde con la explosión glandular, como en el caso de Valeria Marini, la vedette más famosa de Italia, que posó el domingo en Cannes con un vestido transparente y Bigas Luna a su lado. En la fiesta que dieron para animar las compras de la película que están rodando juntos en Italia, los pastelillos tenían forma de bustos, y el dosier de prensa estaba diseñado como un sujetador.En esta misma línea, la modelo checa que sirvió para lanzar el Wonderbrá, Eva Herzegova, posaba con un amplio escote -sin necesidad de la prenda impostora- en compañía del insigne fotógrafo Helmut Newton, mientras que la belleza felina de Naomi Campbell se imponía sobre el pequeño Spike Lee y su gorrita de béisbol -el año pasado, la modelo se desmelenaba en la fiesta de Johnny Depp bailando con su amigo Alberto de Mónaco-. Pero Campbell tiene en esta edición una excusa profesional -un pequeño papel en la película de Lee Girl 6- y, además, novio nuevo, el productor italiano Gianni Nunnari, con quien se ha dejado fotografiar besándolo apasionadamente.

Este año, con menor actividad en las oficinas del hotel Carlton de las multinacionales del cine las estrellas de Hollywood que se acercan a Cannes lo hacen por amor al arte. O casi. Dustin Hoffman, por ejemplo, estuvo fugazmente para hablar de su productora, Punch Pictures, que como la Malpaso de Clint Eastwood aspira a perfilar proyectos a su medida con la menor intervención posible de las majors. Hoy, la estrella será Al Pacino, que presenta un documental didáctico, a mayor gloria de sí mismo, sobre un montaje teatral de Ricardo III en el que no es necesario decir a quién interpreta el célebre histrión. Hasta el presidente de la Motion Picture Assotiation of America, Jack Valenti, ha tenido que reconocer en Cannes la fuerza creciente que los productores independientes están cobrando en la industria de Hollywood, y el fenómeno de los actores y actrices metidos a la producción.

La sorpresa la dio Stephen Frears, que ha acudido al festival con los actores de The Van, una pequeña producción, y el autor de la banda sonora: el superguitarrista Eric Clapton. Mientras tanto, la delicada y menuda Jennifer Jason Leigh aparecía vestida con ropa de los años sesenta -gabardina moteada y zapatones- y Miranda Richardson lucía sus increíbles ojos azules y anunciaba un año dedicada exclusivamente al teatro.

Al distribuidor español Enrique González Macho, un equipo de periodistas británicos le solicitó una entrevista por la calle confundiéndolo con el presidente del jurado del festival, Francis Ford Coppola.