Pujol justifica el pacto por la renuncia de Aznar y el PP a su anterior política anticatalanista

Casi seis horas dedicó ayer el Parlamento catalán a discutir los pactos de gobernabilidad alcanzados por CiU y el PP. La larga duración del pleno obligó a Jordi Pujol a suspender su viaje a Santiago de Compostela para reunirse con Manuel Fraga, pero no sirvió para despejar todas las incógnitas que aún subsistían. No fue posible, por ejemplo saber cuánto dinero extra supondrá para Cataluña el nuevo modelo de financiación. Pujol justificó el acuerdo con el PP argumentando que éste ha renunciado a su actitud antiautonómica y ha asumido la política socioeconómica, de CiU.

El líder nacionalista añadió otra virtud al acuerdo: contribuirá a la normalización, espera que definitiva, de la vida política española, lejos de la crispación de los últimos años. Pujol dijo que bienvenidos sean los riesgos que ha asumido CiU con ese pacto si permite abrir el diálogo sobre lo que considera fundamental: "la naturaleza" de Cataluña y de España, y el encaje de la primera. en la segunda, además de replantear "los clichés" que llevaron en el pasado al "café para todos".

Política lingüística

Pujol reiteró que hay asuntos que, por "pura lógica", no figuran en. el pacto escrito pero sobre los cuales existe un acuerdo con José María Aznar: el PP renuncia a recortar los avances autonómicos alcanzados en etapas anteriores y respetará la política de normalización lingüística actual y futura. La normalización lingüística ocupó buena parte de las dos primeras entrevistas a solas entre Pujol y el entonces candidato a la investidura. "La respuesta de Aznar me pareció positiva con relación a lo que debe hacerse. en el futuro para recuperar la lengua", dijo Pujol."Tenemos elementos muy claros, muy convincentes para mí", precisó, de que Aznar está dispuesto a sepultar la vieja política agresiva contra la normalización lingüística "No. hay una respuesta escrita, pero existe; es la pura verdad", reiteró. Con Aznar habló de la necesidad de, que el catalán tenga un trato privilegiado para evitar que desaparezca.

A la relación de cambios de actitud del PP sumó la aceptación del modelo policial catalán -"'antes decían que iban a llevarlo al Tribunal Constitucional y de eso ya no. se habla más", señaló- y la retirada por Manuel Fraga del recurso contra, el 15% del IRPF pactado en 1993 con el PSOE. Estos, cambios le sirvieron a Pujol. para argumentar que CiU había cumplido su compromiso electoral de "plantar cara" al PP y negar la acusación de haber traicionado al electorado catalán.

Pujol reiteró que no se trata de un pacto de legislatura, si bien la voluntad es que dure el mayor tiempo posible. Advirtió que ése era también el espíritu del acuerdo de 1993 con Felipe González, pero circunstancias no previstas obligaron a cancelarlo. "Le dije a Aznar que no le ofrecía un. pactolegislativo, pero sí el mismo grado de lealtad que tuvimos con él, PSOE".

El consejero de Economía y Finanzas, Macià Alavedra, expuso ante la Cámara los contenidos del acuerdo entre CiU y el PP, ya conocidos, y aportó algunas explicaciones complementarias que, de todas formas ya había dado a conocer la prensa: el 30% del IRPF sobre la tarifa que estará vigente en el periodo 1997-2001 no tendrá topes, aunque hasta entonces se establecerá un 15% sobre la cuota líquida y otro 15% sobre la tarifa. El año base de cálculo para el nuevo, sistema será 1996 y los beneficios por mayor fiscal derivados del anterior sistema (unos 12.000 millones de pesetas) se consolidarán como ingresos fijos.

Alavedra no dio cifras (le cuánto dinero extra suvondrá la nueva fórmula de financiación (Pujol habló días atrás de unos 100.000 millones en el quinto año). Argumentó que la Generalitat ha hecho sus cifras, el ex ministro Pedro Solbes otras, y los andaluces unas terceras. "Son cifras para todos los gustos", dijo. Pero anunció que se ha encargado a los técnicos de su departamento que trabajen sobre varias hipótesis, porque todo depende del crecimiento del PIB nominal y de la recaudación definitiva del IRPF. "En, todo caso representa una mejora", que en cinco anos permitirá equiparar en pesetas por habitante a Cataluña con las demás autonomías del artículo 151 de la Constitución. La equiparación con las del artículo 143 queda más lejos.