Bombardeo israelí en el sur de Líbano tras un ataque de Hezbolá

La artillería israelí y de sus aliados del Ejército del Sur de Líbano (ESL) bombardeó ayer las colinas de la región de Tufá, al norte de la llamada zona de seguridad, después de que dos milicianos del ESL, aliados de Israel, resultaran heridos por un ataque de la milicia proiraní de Hezbolá. Se trata del incidente más grave ocurrido en el área desde que el 27 de abril se alcanzase un alto el fuego que puso fin a la operación Uvas de la Ira, lanzada por el Ejército del Estado israelí para contrarrestar el lanzamiento de cohetes sobre el norte de Israel por parte de Hezbolá. Pese a todo, lo ocurrido ayer no constituye una ruptura del acuerdo de alto el fuego, ya que éste prohibe tan sólo los ataques contra la población civil de ambos lados y cualquier actividad bélica fuera de las fronteras de Líbano, es decir, en Israel.En relación con el más sangriento de los incidentes ocurridos durante la operación Uvas de la Ira, el bombardeo de una base de la ONU en Qana, que causó más de cien muertos, Israel contraatacó ayer al informe de la organización internacional, que llegaba a la conclusión de que el ataque fue deliberado, y no un error. Y su reacción se ha dirigido contra el mismísimo mandato de la ONU en Líbano. "Pedimos a los 15 Estados miembros del Consejo de Seguridad que consideren su actitud respecto al mandato de esta fuerza", declaró el número dos de la misión en la ONU, David Peleg. "Los numerosos disparos de Hezbolá desde posiciones próximas a las de la FINUL muestran las dificultades que ésta encuentra para asumir su misión". El portavoz de la fuerza internacional, Timur Goksel, acusé por su parte a Israel de intentar tan sólo defenderse de las acusaciones.