Vargas Llosa rechaza la oferta de Aznar para presidir el Cervantes

A José María Aznar le ha salido mal su primer golpe de efecto en el ámbito cultural. El escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa rechazó ayer una oferta del presidente del Gobierno para dirigir el Instituto Cervantes. Mientras Aznar "busca un presidente para encabezar esa institución de difusión del español en el extranjero, dos de sus ministros, el titular de Exteriores, Abel Matutes, y la de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, pugnan por controlar el Cervantes.

"Puedo servir mucho más a España, a la cultura y al Gobierno de Aznar, conservando la independencia y libertad que he tenido hasta ahora". Ésta es la explicación que Vargas Llosa dio al jefe del Ejecutivo español cuando le preguntó, en los jardines del Palacio de la Moncloa, sobre su disposición para hacerse cargo del Cervantes. Agradecido, el célebre escritor aseguró que para su anfitrión, "el tema de la cultura es fundamental y será un interés prioritario de su Gobierno".Tras su renuncia, el nombre que más circula para dirigir el Cervantes es el de Santiago de Mora, marqués de Tamarón, diplomático en excedencia desde hace ocho años y actual director del Instituto de Cuestiones Internacionales y Política Exterior que preside Eduardo Serra, ministro de Defensa. De Mora acaba precisamente de dirigir un libro colectivo sobre el peso del español en el mundo.

También se mencionan como posibles sustitutos de Nicolás Sánchez Albornoz, el historiador que preside el Instituto Cervantes, al escritor Fernando Sánchez Dragó y al diplomático Inocencio Arias. Sánchez Albornoz se despidió la. semana pasada de su consejo de administración.

Todavía menos claro está de quién dependerá ese instituto. que hasta ahora estaba adscrito a Exteriores y cuyo consejo de, administración preside el secretario de Cooperación. Aguirre ha declarado en público que su asignatura pendiente" es el Cervantes, ha dado a entender que, aspiraba a colocarlo bajó su tutela y ha hecho gestiones bajo cuerda. para que así sea.

"La ministra emplea dos argumentos. Aunque depende formalmente de Exteriores, el Cervantes está también vinculado a Educación y, Cultura. Al osténtar ella ambas carteras, es lógico que el instituto quede bajo su control y su presupuesto, 4.200 millones (le pesetas en 1996, le sea transferido.

Reconoce que, como recalcan en Exteriores, el Cervantes es un instrumento de política exterior pero alega que sirve sobre todo para la difusión de la lengua y cultura española, una actividad que ella puede fomentar mejor. Matutes recuerda que está calcado del Instituto Goethe y que éste depende del Ministerio de Exteriores alemán.