El presidente Samper advierte a la banca que no será el "chivo expiatorio" de la crisis colombiana
El presidente Ernesto Samper asistió el viernes a la clausura de la asamblea anual de los banqueros colombianos en Cartagena de Indias. Cuando se anunció su intervención algunos buscaron con afán la puerta de salida. "No queremos compartir el recinto con un aliado del narcotráfico", explicaron. Samper no se amilanó ante el feo de los poderes económicos y aseguró que no permitirá que la salida a la crisis que vive Colombia se convierta en "una carnicería moral". "Lo más fácil sería encontrar rápidamente un chivo expiatorio y ofrecer su cabeza para saciar todos los apetitos fundamentalistas", afirmó.
El presidente de la Asociación Bancaria dejó a un lado también los temas económicos, entre ellos el de las altas tasas de interés, y prefirió un discurso claramente político: "La crisis de gobernabilidad", dijo, "se ha convertido en una nube densa y oscura que está afectando a todos los sectores de la vida nacional". Aunque el feo al presidente en esta reunión de banqueros no pasó a mayores, sí es un reflejo de que la distancia entre el sector económico y el Gobierno es cada día más grande. Y aunque el Gobierno, como lo hizo en ese mismo discurso, insista "que su tarea no es polarizar al país", cada día se echa más leña al fuego."La situación se está poniendo fea". Esto es lo que comenta la gente en la calle. Mientras se acerca el fallo del juicio que se sigue contra el presidente en el Congreso -previsto para finales de este mes-, el país se ha visto bombardeado con propuestas y contrapropuestas, que han dejado dos cosas en claro: una los partidos políticos no están divididos, sino pulverizados frente a la crisis; dos, la posibilidad de un paro empresarial es cada día una realidad más cercana.
"Debernos buscar una solución en la que no haya ni vencedores ni vencidos", dijo el presidente Samper a comienzos de esta semana en respuesta a los representantes de los 15 sectores productivos más importantes del país, que lo visitaron en el Palacio de Gobierno y le pidieron su retiro. Fue una faena aparentemente ganada, con habilidad y cinismo, por Samper. '
En las seis horas de diálogo les recordó sutilmente que los sectores económicos no se escapan de la contaminación del dinero del narcotráfico. Los dirigentes económicos salieron un tanto cabizbajos. Pero una frase del ministro de Gobierno, Horacio Serpa -"zapatero a tus zapatos", les dijo advirtiéndoles que no deberían opinar en matería política-, encendió de nuevo los ánimos.De todos los sectores económicos llovieron críticas al Gobierno. "Sí Samper tiene que ir a la cárcel junto con 100 o 130 congresistas, que así. sea", dijo el presidente de la Bolsa de Bogotá. Como una especie de héroe es visto hoy el viejo dirigente empresarial de Antioquia Hernán Echavarría Olórzaga. Con su voz pausada de 85 años, dijo hace poco en un almuerzo de empresarios en Medellín: "Presidente, tenga piedad de la nación, considere la situación en que está, mire el peligro que se cierne sobre todos nosotros y haga el favor de renunciar".El diario El Espectador ha arreciado sus baterías contra el primer mandatario: "Que sí haya vencedores y vencidos para ver sí este dolor de Colombia deja de ser a la vez para nosotros una gran vergüenza nacional y un impedimento para su progreso material y moral", planteó en su . editorial del pasado jueves.Populismo
Según el comentarista Enrique Santos Calderón, el presidente Samper en su afán por mantenerse en el poder se parece cada día más "a un tahúr en un bar de pistoleros". "Sabe sacarse la carta que toca debajo de la manga y echarla sin inmutarse". Esta semana la gran dosis de cinismo la utilizó el presidente en su discurso del Día del Trabajo. En su ya habitual tono populista insistió en que trabaja por el pueblo y aseguró que cuenta con el apoyo mayoritario del sector sindical. En las calles las marchas del Primero de Mayo mostraron que más de un 60% del sector obrero colombiano está cansado de que no exista Gobierno.Mientras tanto, la policía antinarcóticos, en varias operaciones, dejó esta semana al descubierto el inmenso poder de otro señalado narcotraficante: Pastor Perafán, admirado durante años como un gran empresario y hoy perseguido por la justicia. Perafán incluso fue condecorado por el Congreso. Hoy todos tiemblan pues se dice que de destaparse esta olla podrida, el escándalo será mayúsculo. Se habla de más de 50 políticos favorecidos con el dinero sucio del hoy considerado el rico más rico del país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.