Al Gore exhorta al sector del cable a competir con las compañías telefónicas

El vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, gran crítico de la industria de la televisión por cable hasta la aprobación de la ley que liberalizó las telecomunicaciones, alaba ahora "su voluntad de competir" y le anima a competir decididamente en el sector telefónico para no dejar todo el campo libre a las grandes compañías que están reorganizándose a través de un acelerado y gigantesco proceso de fusiones empresariales.

Gore, que fustigó sin piedad al sector cable por subir sus tarifas en situación de monopolio, teme ahora que la liberalización en marcha desemboque en un reparto de mercados que perjudique a los consumidores.En su intervención ante la asamblea anual de la industria del cable en Los Angeles, Al Gore incitó a los ejecutivos a que se orienten "hacia la competición en el mercado telefónico" para "ofrecer a los norteamericanos un paquete de servicios, incluido, el acceso a Internet, que sea abordable para todos".

Gore no se refirió directamente a los dos grandes procesos de fusión de compañías telefónicas regionales anunciados desde la liberalización de las telecomunicaciones, el de Bell Atlantic y Nynex y el de SBC Communications y Pacific Telesis. Pero sí advirtió que la legislación aprobada en febrero "tiene que ver con la competición, no con la consolidación".

La alarma de Gore se basa en la tendencia observada en los últimos meses: ni las telefónicas, dedicadas a la concentración de empresas, tienen muy adelantados sus planes para explotar la transmisión de imágenes; ni las compañías de televisión por cable parecen entusiasmadas por entrar de lleno en los mercados de telefonía local y de larga distancia.

La industria del cable habla desde hace años de la ampliación de su papel en la oferta de servicios de comunicación, pero hasta el momento presenta un notable retraso en la adaptación de su tecnología y en la concentración empresarial imprescindible para aventurarse en el mercado. A ello se le unen los obstáculos jurídicos que las compañías telefónicas regionales han utilizado y utilizan para retrasar el libre acceso. a la explotación del sector y los desacuerdos en los intentos de formar alianzas entre empresas telefónicas y de cable.

Dudas económicas

Para colmo, una figura tan importante como John Malone, que dirige Tele-Communications Inc. (TCI) -la empresa operadora de cable más importante de EE UU- ha expresado sus dudas sobre el sentido económico que tiene para TCI ofrecer servicios telefónicos a sus 13,7 millones de afiliados.La ausencia de competidores inmediatos en el negocio de la televisión convencional facilita, además, nuevos aumentos de precios, como temían los consumidores: TCI y Time Warner, que atienden al 40% de los afiliados de cable, han anunciado una subida de tarifas del 5% al 10%

El encarecimiento coincide con las primeras concreciones de las promesas efectuadas hace cuatro años por la industria del cable. Se habló entonces de una inminente oferta de hasta 500 canales por el sistema de televisión digital, que aún no ha sido servido a los consumidores.

El primer fabricante de descodificadores del país, General Instrument Corp., ha anunciado la inmediata comercialización de la primera generación de descodificadores digitales para las emisiones de tres operadores de cable -Tele Communications, Cox Communications y Coincast-, que podrán ofrecer hasta 320 canales con una alta calidad tanto en imágenes como en sonido, según informa The New York Times. Pero la realidad no tiene mucho que ver con las promesas del maravilloso universo digital que se anunciaron hace apenas unos años y son muchos los que se preguntan por qué ha pasado tanto tiempo entre los anuncios de nuevos servicios y su posibilidad real de disfrute.

Los ejecutivos del cable reconocen que los inicios de las emisiones digitales son más modestos de lo previsto y que, en principio, se limitarán a ampliar la oferta de cine y deportes.