Un fiel del dictador Stroessner, nuevo jefe del partido del Gobierno en Paraguay
Un demócrata de toda la vida, Luis María Argaña, ganó la presidencia del gubernamental Partido Colorado de Paraguay, palanca idónea para sus aspiraciones a la jefatura del Gobierno en las elecciones de 1998. Argaña, de 63 años, fue presidente de Corte Suprema del dictador Alfredo Stroessner, reclamó justicia para su memoria, y se fundió en un abrazo con el nefasto caudillo cuantas veces le visitó en su exilio de Brasilia. Cayó derrotada la oficialista candidatura del vicepresidente del Gobierno, Ángel Roberto Seifart.
Más de 900.000 colorados se empadronaron para elegir a sus mandos en el partido, brazo civil del régimen derrocado en 1989, en las elecciones celebradas el domingo, una semana después de que el jefe del Ejército, general de división, Lino Oviedo, se acuertalase contra su destitución y pase a retiro, ordenadas por el presidente Juan Carlos Wasmosy en circunstancias aún confusas. El gobernante le ofreció el Ministerio de Defensa a cambio de su rendición, Oviedo aceptó la cartera, pero Wasmosy revocó el nombramiento al arreciar las protestas populares, políticas y diplomáticas. El electorado pudo votar a cuatro candidatos, cabezas de otras tantas facciones: Blas Riquelme, a las órdenes del general insurrecto ahora en la lucha políticia, consiguió el 11% de los votos; Atilio Fernández, considerado asimismo monaguillo del rebelde, apenas el 1%. Argaña sumó el 54% y Seifárt, el 34%.El propio Wasmosy, cuya indecisión durante la crisis militar perjudicó seriamente las posibilidades de la candidatura oficial, y varios de sus colaboradores sostuvieron que el ganador recibió fondos de la familia Stroessner, derribada a cañonazos hace siete años por su consuegro, el general Andrés Rodríguez, durante cuyo mandato (1989-1993) Luis María Argaña fue ministro de Exteriores. A contracorriente de casi todo, el ganador, populista a la vieja usanza, propugna el estatismo y la no integración de Paraguay en el Mercosur (el mercado común formado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay).
Lino Oviedo, 53 años, insta ahora a la coalición colorada: "Hay que hacer una alianza total, para que los colorados sigamos marchando con la frente alta". Como al parecer es imposible con el entorno de Wasmosy, queda Argaña. Antes deberán rendirse cuentas sobre lo ocurrido en las elecciones internas de 1992, cuando Argaña, al que los sondeos daban como vencedor, fue derrotado por Wasmosy, que contó con el apoyo del general Oviedo.
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