Un barco sin deriva
Hace ya un año que Corcobado y Los Chatarreros de Sangre y Cielo editaron Arco iris de lágrimas, un atípico trabajo que hace vacilar las fronteras musicales del pop y del rock, sobre todo las de nuestro país. Recientemente, Nacho Laguna y Justo Bagüeste han dejado a Los Chatarreros para seguir sus propios proyectos; sus huecos aún se perciben, pero Los Chatarreros son siempre un buen barco para Javier Corcobado.Contra el viento, que se presentó en forma de pésimo sonido, la banda recorrió algunas de las canciones más lúcidas del rico ,repertorio de Javier. Recordaron la densa Ladrada del afilador, con la que entraron duro al público; pasaron ligeros entre divertidas versiones como Parole, parole, interpretada por Ana Díaz y Corcobado a lo Dalida y Alain Delon; o Eu daria miña vida, de Roberto Carlos; tocaron las preciosas canciones de Arco iris de lágrimas y se despidieron con la exaltación que consiguen Corazón roto en 2.000 pedazos y Sangre de perro.
Corcobado y Los Chatarreros de Sangre y Cielo
Javier Corcobado (guitarra y voz), Nacho Colis (batería), Javier Arnal (guitarra y coros), Susana Cáncer (teclados), Ana Díaz (guitarra). Sala El Sol. Entradas: 1.000 pesetas. Madrid, 25 de abril.
Nunca Javier ha dejado que su música encalle y, en el concierto de la sala El Sol volvió con un esquema que no desdeña el pasado pero tampoco olvida enriquecerlo. El brillo de su directo se resintió por la carga de unas voces que permitieron que las palabras se diluyesen. Tal fragilidad estuvo perfectamente velada por los músicos: Nacho Colis es único con la batería; Javier Arnal siempre toca mejor y Susana Cáncer es un detalle que no se escapa. Un gran recital para la memoria.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La defensora del lector responde a las dudas y críticas más frecuentes de los lectores y oyentes de EL PAÍS en 2025
Navidad en el límite de la ‘zona de muerte’ de Ucrania
Maratón navideño de Rob Reiner como antídoto frente al autoritarismo de Trump
Regalos sin envoltorio: tres experiencias que dar (y vivir) en Madrid este invierno
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































