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La Bolsa alcanza su máximo histórico ante la perspectiva de bajada de tipos de interés

La Bolsa española se situó ayer en el nivel más alto de su historia, empujada por la tendencia a la baja de los tipos de interés, la recuperación de los beneficios empresariales y, en último lugar, las expectativas de formación del nuevo Gobierno. El índice general de la Bolsa de Madrid subió un 0,51% (1,82 puntos) y cerró en el 359,95%, 1,64 puntos por encima del nivel alcanzado el 31 de enero de 1994. La peseta rompió la resistencia de las 83 unidades frente al marco, con un cambio medio de 82,93 pesetas, o que supone 20 céntimos por encima del día anterior. El mercado de deuda también mejoró sus posiciones, con una recuperación del diferencial con Alemania hasta los 2,72 puntos

Las circunstancias que acompañan esta subida del mercado son muy diferentes, ya que en enero de 1994 los tipos de interés oficiales acababan de bajar al 8,75% y los beneficios empresariales mostraban una clara tendencia al estancamiento. En este momento, el precio oficial del dinero en España está situado en el 7,75% y cuenta con muchas posibilidades de bajar a corto plazo debido al reciente recorte de medio punto decidido por el Bundesbank. Al mismo tiempo, los beneficios empresariales están en plena recuperación y la única incógnita a medio plazo está en el efecto que pueda tener el, contenido de los pactos entre el partido ganador de las últimas elecciones, el Partido Popular, y los gobiernos autonómicos para la formación de Gobierno.El impacto que el contenido de estos pactos pueda tener so bre la evolución económica, es decir, sobre los datos de convergencia con Europa, puede alterar la situación de los mercados a medio plazo, aunque de momento los analistas afirman que es difícil "llevarlo a números".

La subida de la Bolsa hasta el anterior máximo histórico se conoce como ciclo financiero, puesto que estuvo basada exclusivamente en la tendencia a la baja de los tipos de interés. En poco más de un año el precio del dinero bajó cinco puntos, desde el 13,75% de noviembre de 1992 hasta el 8,75% de enero de 1994, al tiempo que hubo hacer frente a dos tormentas monetarias y a una devaluación de la peseta, junto a unas elecciones que sólo aportaron una mayoría relativa para el grupo gobernante.

"Cinturón del ajo"

El momento actual ofrece algunas similitudes, pero para los inversores europeos el momento del llamado garlic belt (cinturón del ajo) -España, Portugal e Italia- es bueno por cuanto supone de normalización política y de posibilidades de crecimiento económico. Esta visión del sur europeo tuvo un reflejo muy claro en los mercados de divisas, en los que las monedas de estos países y de algunos otros del Sistema Monetario Europeo (SME) marcaron máximos anuales en su tipo de cambio frente al debilitado marco alemán.La peseta rompió la resistencia de las 83 unidades frente al marco, con un cambio medio de 82,93 pesetas, 20 céntimos por encima del día anterior, nivel que se mantenía al cierre de la sesión. Es la mejor paridad desde que se produjera en agosto de 1993 la crisis del SME que obligó a cambiar las bandas. En diciembre de 1994, la peseta sufrió una nueva, devaluación cuando estaba superando las 91 pesetas por marco.

El cambio medio frente al dólar fue de 126,70 pesetas, con una pérdida de 19 céntimos para la moneda española. La relación del dólar con el marco también alcanzó niveles muy altos, llegando en algunos momentos a cotizarse un dólar por encima de 1,53 marcos, el objetivo que se habían fijado los operadores del mercado de divisas en los últimos- días.

El mercado de deuda también mejoró sus posiciones, con una recuperación del diferencial con Alemania hasta los 2,72 Puntos. La rentabilidad de la deuda a 10 años estuvo casi todo el día entorno al 9,05%, pero al cierre bajó la presión del dinero y se llegaba al 9,08%.

Los analistas opinan que de momento se han conseguido los objetivos planteados al comienzo del ejercicio y que ahora sólo queda esperar los planteamientos económicos del nuevo Gobierno y datos sobre inflación y déficit.

El discurso de investidura debe aportar algunas claves, mientras que de la otra cara de la moneda ya se van conociendo los primeros datos sobre los resultados empresariales del primer trimestre, en general, muy positivos. De la lectura que los inversores hagan de esas cifras depende la continuidad de la actual tendencia, ya que el propio mercado carece de referencias.

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